Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2286

Ella habló con indiferencia y Zhuo Qianyun no sabía qué decir.

Sin embargo, Ye Wenming frunció el ceño levemente y dijo: "Mamá, no tengo nada de qué preocuparme si me cuidas, pero... quiero que Qianyun venga al hospital a verme con más frecuencia. Me alegro de que ella haya venido".

La Señora Ye miró a su hijo y dijo: "¿Por qué no voy a ver al doctor a preguntarle sobre tu condición? Ustedes dos pueden hablar".

La Señora Ye salió de la sala y Zhuo Qianyun sintió como si la presión en la sala se hubiera reducido.

Ye Wenming dijo: "No te preocupes por lo que dijo mi madre".

Zhuo Qianyun sonrió. "Tu madre se preocupa por ti. ¿Por qué me importaría?". Le parecía que su madre era cordial con ella. Al menos, ella no la avergonzó.

Zhuo Qianyun colocó la comida en la mesita de noche de Ye Wenming. "Prueba primero la avena con osmanto. La preparé con arroz. Puedes considerarla como una bebida pegajosa. También te hará sentir lleno".

"Esta bien". Ye Wenming sonrió mientras tomaba la avena con osmanto que Zhuo Qianyun le entregó.

Podía saborear un toque de dulzura cuando entraba en su boca, y todo lo que podía oler en la punta de su nariz era la fragancia de las flores de osmanto. Olía rico.

"Es delicioso", dijo Ye Wenming.

"Haré más mañana si te gusta", dijo ella.

"¿No será demasiado agotador? Debe haber sido mucho trabajo", dijo él.

"Creo que nosotros...". Había un temblor en su voz. Justo cuando las palabras estaban a punto de salir, los dedos de él tocaron sus labios.

Ye Wenming dijo: "Si no te has decidido y todavía estás dudando, no tienes que darme tu respuesta aún. Puedes decirme tu respuesta después de pensarlo bien. Qianyun, quiero estar contigo. Quiero que estés dispuesta y que no lo hagas por impulso porque te salvé a ti y al bebé. No quiero que lo hagas por agradecimiento...".

Él se rio de sí mismo por eso. "Solo considéralo como... mi último pedazo de orgullo".

Aunque le gustaría que ella se quedara con él, incluso si solo fuera por lástima, no pudo resistirse a detenerla de hablar cuando vio su vacilación.

¿Quizás él la amaba demasiado? Por lo tanto... él quería que ella estuviera dispuesta aún más.