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Cuando Zhuo Qianyun salió de la estación de tren y vio el paisaje familiar pero extraño, no pudo evitar sentirse emocional.
En esta ciudad, ella creció, se enamoró de Ye Wenming y fue enviada a prisión. Al final, eligió escapar de la ciudad.
Hoy, ella regresó a la ciudad por su propia voluntad.
Respiró profundo, sacó su teléfono y llamó al número de Ye Wenming. Sin embargo, todo lo que obtuvo como respuesta fue una señal de ocupado. Ella no pudo conectarse en absoluto.
Zhuo Qianyun dudó antes de marcar otro número.
Ella consiguió el número después de que ella y Ye Wenming se separaron. Una tarde, Ye Wenming le envió un mensaje con el número. Dijo que podía llamar al número si necesitaba algo y alguien la ayudaría.
Solo un momento después, la llamada se conectó y la voz de un hombre llegó desde el otro extremo de la línea. "Hola... ¿Es está la Señorita Zhuo Qianyun?".
Zhuo Qianyun respondió apresuradamente: "Ah. ¡Sí, soy yo! Y usted eres...".
"Soy el secretario personal del Presidente Ye. ¡El Presidente Ye me dijo que puede decirme si necesita algo!", respondió respetuosamente.
"Quiero ver a Ye Wenming. Ya estoy en la estación de tren de la Ciudad L. Pero no puedo comunicarme con él por teléfono. ¿Puede contactarlo por mí?", ella dijo.
Tan pronto dijo eso, el otro extremo de la línea se quedó en silencio durante unos segundos antes de que la persona dijera: "Bueno... me temo que puede ser un poco difícil. El Señor Ye dijo que nunca la vería de nuevo, Señorita Zhuo. Es por eso que me pidió que me hiciera cargo de todos los asuntos relacionados con usted".
Zhuo Qianyun solo saboreó amargura en su boca. Ella fue quien le pidió que no la volviera a ver, pero ahora...
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