Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 250

Si lo dejara, ¿no sería una pérdida de su tiempo?

Ella no quería ser una aspirante a actriz. Quería ser famosa. ¡Quería ser la mejor actriz!

Gu Lichen miró a Ling Luoyin antes de preguntarle a Yi Jinli, "¿Ella te molesta?"

"Es bastante molesta", dijo Yi Jinli a la ligera.

Dijo esto descuidadamente sin bajar demasiado la voz, para que las personas a su alrededor pudieran escuchar lo que dijo. De inmediato, muchos de ellos, incluso aquellos a los que no les agradaba Ling Luoyin, la miraron con lástima.

Después de todo, sólo había unas pocas personas que podían hacer que el jefe de Ciudad Shen admitiera que eran molestos.

"En ese caso, renuncia", dijo Gu Lichen casualmente como si fuera un asunto casual.

Sin embargo, las palabras sonaron como un trueno en los oídos de Ling Luoyin.

¿Renunciar? ¡¿De verdad estaba dejando el programa?! ¿Solo por estas dos declaraciones? ¡¿Cómo era eso posible?!

Los ojos de Ling Luoyin se abrieron con incredulidad. "Lichen... Tú... ¿Tú me estás diciendo que deje el programa?"

"Es lo que dijiste. Si a Jinli no le agradas, lo dejarás. Ya que a él no le agradas, ¿qué tiene de malo que renuncies?" Preguntó Gu Lichen.

Ling Luoyin quería darse una bofetada. Si hubiera sabido esto, ¡no habría dicho eso por retirarse en miras de avanzar!

Excelente. ¡La estaba dejando retirarse hasta el final!

Si Ling Luoyin no se arrodillaba hoy, probablemente no podría triunfar en el mundo del espectáculo en el futuro.

Ling Luoyin se mordió el labio inferior hasta que sangró. Ella miró a Gu Lichen como si le pidiera ayuda. Avergonzada y ansiosa, gritó, "Lichen..."

Inesperadamente, los ojos de Gu Lichen se posaron en el rostro de Ling Yiran. No fue hasta que el cuerpo de Yi Jinli se puso frente a Ling Yiran que Gu Lichen retiró la mirada. Dijo con frialdad, "En ese caso, solo arrodíllate. ¿Cuántas veces la hiciste arrodillarse la última vez? Solo arrodíllate la misma cantidad de veces esta vez".

Los dos hombres estaban uno frente al otro en silencioso acuerdo.

Ling Luoyin no podía permitirse ofender a ninguno de los dos.

"Oh claro, y no olvides arrodillarte frente a ella." Añadió Yi Jinli.