Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2534

Ya que tenían todas las pruebas para el caso de Xia Huan, la familia Gong no perdonaría a Xia Huan. Ella podía vengar la muerte de Nanting, por lo tanto no tendría nada de qué arrepentirse.

Xia Xi se acostó en medio de la calle sin miedo en su rostro.

En el borde de la carretera cercana, Su Zhehan tenía la cara llena de sorpresa.

¡Él nunca esperó que ella aceptara una apuesta como esa!

El objetivo de ella era solo recuperar el brazalete.

Ella parecía que no tenía miedo mientras estaba acostada en el suelo, pero un escalofrío le recorrió la espalda a él como si estuviera cubierto de sudor frío.

'¿Este brazalete que Gong Nanting le dio es tan importante para ella? ¿Es tan importante que puede arriesgar su vida por ello?’. ¡Su mano derecha que agarraba el brazalete temblaba mientras que su rostro estaba lleno de miedo que incluso él no podía describir!

Cuando vio las luces de los coches brillando en la distancia, se estremeció por completo. Sin embargo, cuando vio que el coche se acercaba cada vez más a Xia Huan, salió corriendo y estiró los brazos para detenerlo sin pensar mucho.

'¡No! ¡Ella no puede morir!’.

'¡No la dejaré morir!'.

El coche se detuvo con un chirrido. El conductor asomó la cabeza y gritó: "¿Estás loco? ¿Quieres morir corriendo repentinamente en medio de la carretera?".

Sin embargo, a él no le importó en absoluto el regaño de esa persona. ¡Solo podía pensar en ella, quien estaba acostada en el suelo!

"¿Has perdido la cabeza?". Su Zhehan se volteó y jaló a Xia Xi para levantarla del suelo mientras la miraba.

"Su Zhehan, en realidad nunca fuiste mi prometido. Fuiste solo una fantasía mía en ese entonces". Ella había fantaseado que él podría protegerla de todo y serle fiel.

Sin embargo, al final se dio cuenta de que él nunca había sido lo que ella pensaba que era.

"¿Fantasía?", murmuró Su Zhehan la palabra. Parecía perder todas sus fuerzas de repente.

Su mano derecha se aflojó y el brazalete que había estado sosteniendo entre sus dedos cayó al suelo.

Xia Xi se arrojó sobre el brazalete, lo agarró con firmeza y lo sostuvo sobre su corazón. Ella lloró y se rio. Había recuperado algo precioso.

Sin embargo, la forma en que ella se veía lastimó los ojos de él y lo hacía sentir no querer volver a mirarla.