Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2533

"¡Devuélvemelo!". Xia Xi extendió su mano hacia Su Zhehan. Ella habló con tanta fuerza mientras sus ojos solo miraban el brazalete que él sostenía.

Era como si todo lo que ella pudiera ver era el brazalete y nada más.

Su Zhehan sintió una frustración indescriptible. '¡Ni siquiera me está mirando! ¿Qué significo para ella?’.

"Xia Xi, ¿crees que no me has engañado lo suficiente? Entonces, ¿ahora estás tratando de recordar a Gong Nanting aferrándote al brazalete que te dio? ¡Será mejor que destruya algo como esto!", dijo mientras extendía su mano hacia un lado.

Había un desagüe en el suelo a su lado. Una vez que el brazalete cayera en el desagüe, sería difícil encontrarlo nuevamente.

Xia Xi gritó: "¡No! Su Zhehan, no lo destruyas. ¡No te perdonaré si lo destruyes!".

"¿No me perdonarás?". Él se rio de repente. "¿Por qué necesito que me perdones? ¿Quién crees que eres? ¡Soy yo quien nunca te perdonará!".

El rostro de ella palideció al instante. "Eso me lo dio Nanting. ¡Que me lo hayas quitado será considerado un robo si lo denuncio a la policía!".

"¿Robo?". Su Zhehan se burló, pero sus ojos se volvieron más fríos. "A lo máximo, lo perdí por accidente. Puedo compensarte con el precio total o incluso el doble. ¿Crees que la policía considerará esto un robo? ¿Acaso yo, Su Zhehan, necesito robar un brazalete?".

Xia Xi se tambaleó ligeramente. Cerró los ojos, sabiendo que Su Zhehan la estaba culpando por viejos y nuevos rencores.

Quizás la única forma de salvar el brazalete era ceder ante Su Zhehan.

"Está bien, ¿qué tengo que hacer para que me devuelvas el brazalete?", preguntó Xia Xi.

Después de decir esto, volvió a mirar atentamente el brazalete antes de irse a la calle sin dudarlo.

El cielo ya estaba oscuro. Los coches que circulaban por esta calle a menudo iban un poco más rápido porque no había mucho tráfico. Tampoco había muchas farolas alrededor. Si el conductor no tenía cuidado, ella podría ser atropellada fácilmente.

Sin embargo... ella no podía perder el brazalete sin importar qué.

Era lo más preciado que le dejó Nanting.

Cuando Xia Xi se paró en medio de la calle, mirando la calle sin tráfico, todo lo que podía pensar era que... sería bueno estar con Nanting en el más allá si ella muriera.