Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2627

Sus ojos brillaron cuando pareció darse cuenta de algo. Él preguntó: "¿Qué pasa? ¿No te gusta que yo lea los cómics que has dibujado?".

"Dibujo... cómics románticos para mujeres. Hombres como tú probablemente no los disfrutarán. No tienes que obligarte a leer los cómics que he dibujado", dijo ella en voz baja.

"No me estoy exactamente obligando a leerlos. También veo algunas películas románticas. No me importa leer estos tipos de cómics. Además, necesitamos conocernos mejor", dijo él.

'Pero el problema es que... ¡hay muchas escenas íntimas luego en la historia!'.

Al ver sus dedos pasar las páginas de nuevo, ella agarró sus dedos con desesperación.

"¿Mmm?". Él levantó las cejas y la miró con esos ojos oscuros de fénix. "¿No quieres que continúe?".

Ella se rio secamente. "Bueno... Algunas escenas que aparecen luego no son tan apropiadas".

"Incluso si hay algo muy inapropiado, sería imposible publicarlo de acuerdo con los estándares de publicación actuales del país", dijo él.

"Lo que quiero decir es que... Ehh... Es bastante inapropiado", explicó ella apresuradamente.

"Está bien incluso si hay algo inapropiado. ¿Crees que no soy apto para ver eso porque parezco de 18 años? Pero no lo leeré si no quieres que lo haga", dijo él en respuesta.

Zhong Keke se congeló. Después de un momento de vacilación, retiró la mano.

Ella tenía la esperanza de que más personas pudieran leer los cómics que dibujaba. De esa manera, podía compartir las historias y las imágenes que le parecían hermosas con los demás.

Gu Lichen continuó leyéndolo.

No era una versión de cómic de él, sino más bien un retrato de boceto realista.

"No te muevas. ¡Solo un rato más!", dijo Zhong Keke de repente mientras que los movimientos de su mano parecían ir más rápido.

Los ojos de Gu Lichen brillaron levemente, pero no se movió como ella deseaba y continuó manteniendo la postura anterior.

Sin embargo, sus ojos miraban a Zhong Keke sentada frente a él.

La cara de Zhong Keke ya no mostraba la incomodidad y vergüenza de antes, sino concentración. Incluso esos ojos redondos mostraban una seriedad indescriptible.

Era la primera vez que una mujer miraba a Gu Lichen así. Eran tan puros como si no contuviera otras ideas, ambiciones o deseos, y mucho menos encaprichamiento. Era como si ella solo lo estuviera mirando.