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Él se puso rígido. "Sé que hice algo terrible en el pasado. He querido disculparme contigo en todos estos años".
Zhong Keke dijo con indiferencia: "Está bien, discúlpate".
Él se congeló como si estuviera un poco aturdido de que ella fuera tan directa.
"¿No dijiste que querías disculparte? Ahora que estoy aquí, ¿no vas a disculparte?", ella preguntó.
Yan Luochu respiró profundamente y sus delgados labios se separaron suavemente mientras decía dos palabras: "Lo siento".
"Está bien, te escuché. ¿Puedes soltarme ya?", preguntó Zhong Keke sin ninguna expresión en su rostro.
"¿Me perdonas?". Los ojos de Yan Luochu contenían una rara mirada de entusiasmo.
"Solo estoy aceptando tu disculpa. No significa que te perdone. No soy una santa. No estoy acostumbrada a perdonar a alguien que me lastimó, especialmente a un hombre que me lastimó para complacer a otra mujer".
"Keke, yo...".
Zhong Keke dijo: "¡No me llames Keke! Yan Luochu, lo que sea que pasó entre nosotros se acabó para mí. No te odio, pero eso no significa que te perdonaré por lo que hiciste. Solo espero que nunca nos volvamos a encontrar o que nos tratemos como extraños cuando nos encontremos".
"Extraños...". Yan Luochu se rio amargamente. "Si dijera que quiero empezar de nuevo contigo...".
Sin embargo, ella lo interrumpió antes de que pudiera terminar: "No hay nada que empezar de nuevo. No quiero tener nada más que ver contigo. Yan Luochu, ya no siento nada por ti. Y a decir verdad, ¡solo creo que es otra apuesta que has hecho a mi costa cuando hablas de empezar de nuevo!".
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