Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 329

Después de que Ling Yiran entró al edificio con el carrito, la recepcionista la saludó, preguntando solo su nombre. Ni siquiera le pidió que se registrara y se ofreció a ayudarla a presionar el botón del ascensor.

Todo eso llevó a la especulación de Ling Yiran a inclinarse en una dirección. Cuando llegó a la dirección que figuraba en el pedido, se acercó una mujer alta con traje de negocios. "¿Señorita Ling? Yo pedí la comida. Puede dejarlos aquí y, por favor, lleve estos dos a la oficina del presidente".

El corazón de Ling Yiran dio un vuelco por un momento, y su especulación anterior comenzó a salir a la luz.

La oficina del presidente... Yi Jinli era el presidente del Grupo Yi. ¿Eran esos dos para la oficina de Yi Jinli?

Ling Yiran tomó esos dos y caminó hacia la oficina de Yi Jinli. De pie frente a la puerta de madera oscura, ella respiró hondo antes de llamar dos veces.

"Adelante". Una voz vino del interior.

Ling Yiran abrió la puerta y entró, solo para encontrar a Yi Jinli sentado en su escritorio. Estaba revisando los papeles con la cabeza gacha.

"Dejaré tu pedido en la mesa de café", dijo Ling Yiran mientras fruncía los labios.

Yi Jinli miró hacia arriba y vio a Ling Yiran caminando hacia la mesa de café para dejar la comida. "¿Por qué tienes tanta prisa?". Mientras hablaba, se levantó y rodeó el escritorio hacia ella.

"Tengo que volver al restaurante y entregar los otros pedidos", dijo ella.

"¿Ya almorzaste?", dijo él de la nada.

Ella parpadeó aturdida, sin saber cómo reaccionar de repente.

"Parece que no has comido. Entonces puedes comer conmigo. Me gustaría probar la comida del restaurante en el que estás trabajando, Hermana", dijo mientras la agarraba. Luego, le puso las manos en los hombros y la empujó hacia el sofá.

"¿Solo una comida?", preguntó ella después de calmarse.

Yi Jinli sonrió. "¿Qué más hay por hacer?".

Dijo él mientras quitaba las manos de sus hombros y se volteaba para abrir el empaque de la comida en la mesa de café.

Él tenía dedos largos y articulaciones bien definidas. Incluso la forma de sus uñas era bonita.

A pesar de que solo estaba sacando una bolsa de plástico, un par de manos como las suyas podían hacer que la gente sintiera su belleza y llamar la atención de los demás.

Él sacó dos cajas de comida y la ayudó a romper los palillos desechables antes de entregárselos.