Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 346

Nunca antes había dicho esas palabras, pero cuando la miró de pie frente a la tablilla espiritual de su padre, naturalmente lo dijo.

Era como si solo pudiera sacar las palabras de su corazón cuando estaba frente a ella.

"Hablando de eso, mi padre debió haber visto muchas mujeres en su época, y debió haber algunas más bonitas. Qué tonto fue al renunciar a todo por una mujer así", murmuró Yi Jinli.

"A tu padre no necesariamente le gustaba tu madre porque era bonita. A veces, la apariencia no es tan importante cuando a una persona le gusta otra persona. Además, les gustaría sin importar si son buenos o malos", dijo Ling Yiran.

Los ojos de Yi Jinli parpadearon ligeramente y su mirada se posó firmemente en el rostro de Ling Yiran. "Tal vez... es como tú dijiste. A veces la apariencia no es tan importante cuando a una persona le gusta otra persona...".

Era como él gustando de ella. Había visto mujeres que eran más hermosas, más comprensivas con el corazón de un hombre y más complacientes que ella. Sin embargo, a él le gustaba la sensación que ella le daba.

Le gustaba la calidez tranquila cuando ella estaba preocupada por él. Le gustaba que ella lo llamara ‘Jin’ una y otra vez. Le gustaba que ella le tomara la mano para dormir por la noche...

La mirada de él parecía insinuar algo, casi envolviendo todo su ser. Ella parecía incapaz de moverse bajo sus ojos...

...

No fue hasta que el incienso que Ling Yiran encendió para el padre de Yi Jinli terminó de quemarse que Yi Jinli se levantó y prendió fuego a la foto de su madre. Luego, apagó la vela.

"¿Por qué quemaste la foto de tu madre?", preguntó ella sorprendida.

"Quemo la foto todos los años por estas fechas", dijo Yi Jinli. "Está bien, regresemos".

"Han salido. ¡Oh, Dios mío, la Señorita Ling está sana y salva!".

"El Joven Amo Yi está... ¡Él está sosteniendo su mano!".

"Ella es la única que puede entrar al salón memorial y salir cogida de la mano del Joven Amo Yi. ¡Si fuera otra persona, la habrían matado!".

Los guardias de seguridad parloteaban y, de repente, el hombre en la pantalla de vigilancia miró en dirección a la cámara de vigilancia. Era como si estuviera mirando a través de la pantalla a las personas que miraban la pantalla de vigilancia.

De repente, los guardias de seguridad guardaron silencio y no se atrevieron a decir nada más.