Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 375

Fue un engorro visitar la tumba. Además, con el paso del tiempo, la lápida comenzó a agrietarse. Costaba una gran fortuna repararla. Por lo tanto, era una opción mucho mejor trasladar la tumba a un cementerio adecuado.

Sin embargo, Ling Yiran terminó en la cárcel y, por lo tanto, la idea quedó en pausa. Después de cumplir su condena, Ling Yiran se quedó con poco dinero. Por lo tanto, no solo no podía permitirse pagar un lugar en un cementerio, sino que ni siquiera podía pagar la tarifa de mano de obra de los trabajadores para ayudarla a mover la tumba.

Cuando Ling Yiran llegó al pie de la colina, vio que los aldeanos habían instalado un mostrador de registro debajo de una tienda improvisada. Mucha gente iba y venía de visitar el cementerio.

Cuando fue el turno de Ling Yiran en la fila, dio el número de la tumba de su madre. Para su sorpresa, la persona que manejaba el mostrador de registro respondió inmediatamente después de escuchar el número diciendo, “Esa tumba fue movida. ¿Qué sigues haciendo aquí?”-

"¿Movida?". Ling Yiran estaba atónita.

“Sí, lo fue, por un hombre llamado Ling Guozhi. Creo que es el marido de la fallecida". La persona en el mostrador buscó la información del hombre.

Ling Yiran recordó de repente que su padre había utilizado el asunto de mover la tumba para pedirle que hiciera un viaje a casa. Sin embargo, cuando llegó a casa, el objetivo principal de su padre y su madrastra no era mover la tumba, sino Gu Lichen.

Por lo tanto, Ling Yiran no reflexionó sobre el tema. Sin embargo, no esperaba que su padre hubiera movido repentinamente la tumba de su madre sin decir una palabra.

"¿Sabes a dónde movió la tumba?" Ling Yiran preguntó con urgencia.

"No tengo ni idea de eso. Solo arreglamos el papeleo con respecto a las personas que sacaron la tumba. ¡No les preguntamos a dónde la estaban moviendo!".

Ling Yiran se mordió el labio y preguntó más, "¿Podría... podría subir para echar un vistazo? Me registraré y echaré un vistazo al lugar. Si se ha movido, bajaré de inmediato".

La persona notó lo ansiosa y pálida que se veía Ling Yiran y, por lo tanto, no le dio muchos problemas al permitirle ir.