Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 731

Hace unos días, Lil Yan vio el regalo de cumpleaños que ella preparó para Yiran y preguntó por curiosidad. Por lo tanto, le dijo a su hijo que el 22 de este mes era el cumpleaños de su Tía Yiran. Cuando llegara el momento, se lo daría como sorpresa.

No esperaba que su hijo se tomara en serio el cumpleaños de Yiran.

Al pensarlo, Yiran era tan amable con Lil Yan. ¿Cómo podría Lil Yan no tomárselo a pecho?

Los niños siempre eran sencillos y directos. Ellos se acercarían a quien fuera amable con ellos.

"Quiero elegir un regalo para la Tía yo mismo", dijo el pequeño con seriedad.

Zhuo Qianyun no podía evitar dudar al escuchar esto.

‘Yiran le ha brindado tanta ayuda a Lil Yan. Sin la ayuda de Yiran, Lil Yan no habría obtenido un aparato auditivo tan bueno tan pronto. Es normal que él quiera elegir un regalo para Yiran’.

‘Sin embargo, el centro comercial está lleno de gente y pasaríamos mucho tiempo afuera para elegir un regalo’.

‘¡Cuanto más tiempo permanezcamos fuera, mayor será el riesgo!’.

‘Después de todo... Ye Wenming todavía debía estar en la Ciudad de Shen durante estos días’.

'Si nos topamos con Ye Wenming...'. El cuerpo de Zhuo Qianyun no podía evitar temblar al pensar en esto.

Incluso después de tantos años, aunque su corazón ya estaba muerto, cada vez que ella pensaba en el hombre, algún tipo de dolor se extendía por su cuerpo.

La persona que más amaba le había traído el dolor más profundo.

¡Ahora, ella estaba haciendo todo lo posible por esconderse de él!

"¡Mami!". Lil Yan miró hacia arriba con anhelo en sus ojos, y podía darse cuenta de cuánto él quería elegir un regalo para su tía favorita.

Zhuo Qianyun vaciló por un momento antes de asentir de todos modos. "Está bien, pero elige rápido. Tenemos que irnos a casa temprano".

Eso era porque cuando estaba en el parque, escuchó a algunas niñas decir que querían los zapatos de cristal de Cenicienta.

"Los zapatos de cristal no están a la venta, pero podemos elegir un buen par de zapatos para la Tía Yiran, ¿de acuerdo?", dijo Zhuo Qianyun.

Las cejas delicadas de Lil Yan se arrugaron, luego aceptó de mala gana.

Sin embargo, cuando estaban escogiendo los zapatos, el pequeño se emocionó nuevamente.

Zhuo Qianyun se quedó junto a su hijo, mirando gentilmente a la pequeña criatura que le daba el coraje para vivir.

En ese momento, por el rabillo del ojo, Zhuo Qianyun vislumbró una figura que bajaba por una escalera mecánica no muy lejos.

Su cuerpo inmediatamente se puso rígido como una tabla.