Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 757

En el sueño, el niño dio un paso en falso y se resbaló del borde del acantilado. La niña tiró instintivamente al niño y ambos terminaron resbalándose.

Sin embargo, la niña tomó la mano del niño y no la soltó. Luego, ella jaló al niño.

Ling Yiran caminó hasta el borde del acantilado y miró hacia abajo con cautela.

Este lado del acantilado era relativamente empinado. Era bastante peligroso, incluso para los adultos.

Si uno caía accidentalmente, se rompería algunos huesos incluso si su vida no estuviera en peligro.

Pensando en esto, Ling Yiran retrocedió unos pasos más, alejándose del borde del acantilado.

Gu Lichen no la había confundido con otra persona. Él la reconoció, pero ella ya no lo recordaba.

Cuando ella comenzó a recordarlo, él confundió a otra persona con ella.

Sería un secreto, un secreto enterrado en su corazón.

De repente, hubo un crujido como un pie pisando una rama en el suelo. Ling Yiran giró la cabeza y, para su sorpresa, encontró a Gu Lichen aquí.

Él llevaba el mismo traje negro y camisa blanca. Lo único diferente de cuando salió de la casa de la familia Lu era que tenía varios largos pinchos de fruta caramelizada en la mano.

Sin embargo, los pinchos todavía estaban envueltos en una capa de plástico que no se había abierto.

Al verla, un destello de sorpresa también se apoderó de su rostro indiferente. "¿Por qué estás aquí?".

‘¡Se... supone que soy yo la que te pregunta eso!’.

Ling Yiran miró detrás de Gu Lichen y no había señales de Hua Lifang.

Mirando los ojos de Gu Lichen, Ling Yiran de repente se estremeció y se dio cuenta de lo que él quería decir.

Él... estaba preguntando por qué ella estaba tan ‘casualmente’ parada en el borde del acantilado donde ocurrió el accidente.

Sin embargo, ella no podía admitir nada.

¡Las cosas solo se pondrían más complicadas si lo hiciera!

"Gu Lichen, no sé de qué estás hablando. Caminé aquí por accidente. ¿Acaso no puedo venir aquí?", ella preguntó mientras fingía no entender.

Los ojos de Gu Lichen se oscurecieron y él no pudo evitar reírse de sí mismo. ‘¿Qué tipo de respuesta estaba esperando?’.

"No significa nada para ti, pero es diferente para mí". Él también caminó hasta el borde del acantilado y estaba mirando la caída ligeramente empinada del mismo.