Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 770

¡Un montón de preguntas salieron de su boca con un entusiasmo que él nunca antes había tenido!

Ling Yiran miró sorprendida a Yi Jinli que estaba encima de ella. Era como si toda la represión silenciosa en su viaje de regreso hubiera estallado.

"Jin, suéltame primero. Puedo explicarte", dijo Ling Yiran.

Sin embargo, en vez de soltar su mano, él bajó la cabeza y le dio besos en la cara. "Claro. Explica. Yo escucharé".

Él no quería soltarla sin importar qué.

Ling Yiran solo sentía como si su temperatura corporal estuviera aumentando, y sus pensamientos parecían verse afectados por sus besos.

"Yo... yo solo fui a la tumba de la abuela para presentar mis respetos hoy. Luego, cuando bajaba la colina, tomé un camino y fui a la colina de al lado. Solía ​​jugar allí cuando era una niña, así que pensé que podría echarle un vistazo. No pensé que me encontraría con Gu Lichen".

Ling Yiran contó la historia lo más rápido que pudo. Ella no quería que él se hiciera una idea equivocada.

Sin embargo, ella ocultó el hecho de que había recuperado su memoria.

'¡Ya que quiero mantenerlo en secreto, lo enterraré en el fondo de mi corazón para siempre!'.

"¿Dijiste que te caíste de un acantilado?". Las pupilas de Yi Jinli se contrajeron de inmediato.

"Sí. Afortunadamente... Gu Lichen estaba allí y me ayudó. Sin embargo, me desmayé y cuando me desperté lo vi cargándome colina abajo". Ella continuó explicando: "Iba a caminar por mi misma, pero tenía algunos moretones. Si caminaba por mi cuenta, no podría llegar al pie de la colina antes del anochecer, así que...".

Con eso, él inmediatamente le levantó el vestido y, de inmediato, los moretones en sus piernas llamaron su atención.

Especialmente sus tobillos. No los notó antes debido a su falda larga y sus zapatos, pero sus tobillos ahora estaban rojos, hinchados y raspados.

Sin embargo, sus palabras parecieron nublar sus ojos con una capa de tristeza. Por supuesto, él sabía que los moretones eran mucho más pequeños que los que ella había sufrido.

Las cicatrices grandes y pequeñas de su cuerpo parecían relatar en silencio lo que había sufrido en prisión.

Cuanto más él la amaba, menos podía soportar verla herida.

Incluso ahora, él no se atrevía a imaginar cómo estaba cuando fue torturada y herida.

Yi Jinli bajó la cabeza, se inclinó hacia adelante y presionó los labios sobre los moretones de su tobillo.

Ella se mordió levemente el labio inferior. "Jin, no duele".