Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 787

'A partir de ahora, no tengo que preocuparme tanto por si ella va con Gu Lichen, y no tengo que adivinar lo mucho que él está en su corazón’.

‘No repetiré los errores de mi padre. No me dejaré sentir tan incómodo y avergonzado como un perro perdido solo por amar a alguien’.

‘¡Definitivamente no lo haré!’.

Con eso, Yi Jinli finalmente salió de la cocina y subió las escaleras hasta el segundo piso solo.

Gao Congming miró la espalda de su jefe con sentimientos encontrados.

'Si realmente hay alguien en el mundo que pueda controlar la vida y la muerte del Joven Amo Yi...'. De alguna manera, el nombre de Ling Yiran vino a su mente.

...

Ling Yiran se despertó al día siguiente para ver una caja de regalo bellamente envuelta junto a su cama. Era un regalo de cumpleaños de Lianyi y Bai Tingxin.

Es solo que ella no lo abrió anoche.

Sentándose lentamente, Ling Yiran abrió la caja y dentro había una pequeña y preciosa muñeca que se parecía un poco a ella. Estaba vestida con un traje de abogado, se veía muy linda.

Dentro de la caja había una tarjeta escrita a mano por Lianyi. ‘¡Yiran, deseo que seas feliz todos los días y que te acerques más a tus sueños!’.

‘PD: ¡Presiona la palma izquierda de la muñeca para una sorpresa!’.

'¿Feliz? ¿Sueños?’.

'¿Todavía tendré esas cosas?'.

La mano de Ling Yiran llegó a la palma izquierda de la muñeca, que tenía un pequeño botón sobresaliente.

Cuando Qin Lianyi llegó a la posada para buscar a Ling Yiran, esta última se había lavado y se había puesto ropa limpia.

"Hoy es un día normal de trabajo. No tienes que venir y acompañarme. Estoy bien", dijo Ling Yiran.

"¿De qué estás hablando? Además, hoy he pedido un permiso. Incluso si vuelvo al trabajo, de todas formas me descontarán el salario del permiso de hoy", dijo Qin Lianyi. Luego, ella vio la caja de regalo sin envoltura y la muñeca en la mesita de noche.

Qin Lianyi dijo, aparentemente con pesar: "¿Has visto el regalo? ¡Oye, pensé que podría abrirlo contigo!".

Ling Yiran se rio entre dientes. "Me encanta el regalo. ¡Gracias, Lianyi!".

"¡Es genial que te guste!", dijo Qin Lianyi. Ella vio que su mejor amiga parecía estar bien. Al menos ya no tenía dos ojos de panda. "¿Qué vas a hacer?".

"Buscaré un lugar donde quedarme primero. Después de todo, no puedo quedarme en esta posada para siempre. Creo que iré con un agente de bienes raíces hoy y buscaré una casa de alquiler adecuada. Cuando me haya acomodado, iré a un bufete de abogados y veré si puedo encontrar un buen trabajo". Ling Yiran le contó sus planes.