Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 838

Tal vez debería alegrarse de que a pesar de que ella y Yi Jinli no tomaron ninguna medida anticonceptiva cuando estaban juntos, ya era difícil para ella quedar embarazada debido a su trauma uterino. Por lo tanto... Ella no tenía que preocuparse por quedar embarazada.

Al menos, ella no tendría hijos con Yi Jinli. Incluso si se separaran, podrían hacerlo sin ninguna duda.

Sin embargo... Ella sintió un leve arrepentimiento.

Si ella tuviera hijos, significaría que podría tener un familiar que estaba relacionado con ella por sangre.

Si ella no tuviera hijos ahora, terminaría sin familia.

Quizás no importaba si ella creciera y muriera sola.

Ling Yiran sonrió con ironía. No fue hasta que se encontró con Lil Yan y vio su lindo y adorable rostro que ella se sintió un poco mejor.

Al cargar a Lil Yan, Ling Yiran lo besó varias veces y le dio una rebanada del pastel que había comprado especialmente para Lil Yan para compensar por no haberlo invitado a comer pastel en su cumpleaños la última vez.

El pequeño estaba emocionado de darle a Ling Yiran el regalo que él mismo había preparado: un hermoso par de sandalias con un lazo de cuero en los dedos. Eran blancas, por lo que eran fáciles de combinar con su ropa en verano.

Los zapatos se veían románticos y femeninos.

Ling Yiran estaba algo distraída mientras miraba las sandalias. No había usado zapatos como estos en mucho tiempo.

"Estos zapatos son similares a los tacones de cristal de Cenicienta. ¡Te convertirás en una hermosa princesa cuando te los pongas!", dijo Lil Yan.

El pequeño ya hablaba con mucha más fluidez y era mejor que otros niños de su edad. Incluso podía decir frases largas.

Los hermosos ojos del pequeño se iluminaron tan pronto como escuchó que podría ir al parque de diversiones.

¡Ling Yiran se dio cuenta de que los ojos de Lil Yan se parecían a los de Ye Wenming! Solo que la forma en que el pequeño sonreía se sentía más como la de la Hermana Zhuo.

Ling Yiran miró los zapatos en sus pies camino a casa. ¿Los tacones de cristal de Cenicienta? ¿Acaso no soy Cenicienta?’.

Estar con Yi Jinli era como ponerse los zapatos de cristal. Pero su sueño de Cenicienta había llegado a su fin.

De vuelta en el apartamento, Ling Yiran sacó sus llaves y abrió la puerta.

Sin embargo, tan pronto como la puerta se abrió, ¡inmediatamente se puso rígida y casi deja caer sus llaves!