Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 886

Yi Jinli parecía intensamente frío, pero Bai Tingxin también se mostró inquebrantable.

Ninguno de los dos parecía escuchar todo el ruido que había a su alrededor.

Gao Congming, que estaba detrás de Yi Jinli, sintió una capa de sudor frío en la espalda. Si el Joven Amo Yi se peleaba con Bai Tingxin, eso no terminaría bien.

Aunque la familia Bai no tenía su base en Ciudad de Shen, ambos perderían si realmente quisieran ir en contra de la familia Yi.

Además, Bai Tingxin podía parecer elegante y encantador, pero él en realidad era despiadado y astuto.

De lo contrario, ¡¿cómo se convertiría un b*stardo en el patriarca de la familia Bai?!

En ese momento, Ling Yiran, que estaba en los brazos de Yi Jinli, le dijo a Qin Lianyi: "Lianyi... Jin está aquí para recogerme... Los veremos de nuevo... la próxima vez...".

"Está bien... Los... ¡Los veremos la próxima vez!", respondió Qin Lianyi.

Las dos mujeres borrachas ayudaron a calmar el ambiente. Yi Jinli salió rápidamente del bar, cargando a Ling Yiran en sus brazos con una cara fría. Gao Congming lo siguió de inmediato.

En cuanto a Qin Lianyi, Bai Tingxin quería llevársela, pero ella no estaba dispuesta. "¿Por qué no los vemos juntos?".

'¿Qué? ¿Ella quiere seguir mirando? ¡Me enojaré si los veo con ella!’.

Bai Tingxin quería lavarle bien los ojos a la chica. ¡Quería borrar todas estas imágenes llamativas!

Bai Tingxin levantó a Qin Lianyi sobre su hombro y la sacó del bar antes de tirarla contra el asiento del pasajero del coche.

"Yo... no he visto lo suficiente. ¿Por qué me sacaste? Bai Tingxin... Tú... no puedes evitar que vaya tras la música...". Qin Lianyi siguió murmurando.

‘De todos modos, Lianyi dijo que me ama, así que... ¡nunca terminaré con ella!’.

‘Soy el único hombre al que ella puede amar’.

‘¡Ella puede olvidarse de que gustar de otros hombres!’.

...

Gao Congming conducía con una sensación de pavor, incapaz de averiguar qué estaba pensando su jefe.

En el asiento trasero, Yi Jinli miró a Ling Yiran que estaba recostada en sus brazos.

‘¿Ella está borracha? Probablemente está borracha. Si no estuviera borracha, no estaría acostada en mis brazos de manera tan íntima. Ella estaría demasiado ansiosa por establecer límites entre nosotros’.