Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 89

"Oh Dios, ¿en qué estoy pensando? ¿Por qué iba a pensar eso?"

"Se siente raro estar demasiado cerca", Ling Yiran explicó.

"Está bien entonces", dijo y quitó la mano. Dio un paso atrás y ordenó las cosas sobre la mesa.

Ella dejó escapar un suspiro de alivio y se acarició las mejillas, las cuales se sentían calientes.

"Por cierto, Hermana, justo ahora que estábamos tan cerca, ¿querías besarme?" él preguntó inesperadamente, aturdiéndola.

Sus ojos negros, almendrados, parpadearon y sintió que sus mejillas bajo las palmas de sus manos se volvían aún más cálidas.

"¿Es una pregunta muy difícil de responder?" él preguntó con una ceja ligeramente arqueada.

"Yo... yo por supuesto..."

"Si fuera Hermana, lo permitiría", respondió, cortando su frase. "No me gusta que otras mujeres me besen, pero si fuera Hermana, estaría bien".

La luz del sol entraba a la casa a través de la estrecha ventana de cristal, aterrizando sobre él.

"Su expresión es tan seria. Es como si me estuviera diciendo que lo que acaba de decir era serio".

Por un breve momento, la última mitad de su frase: "te trataré como a un hermano menor", se quedó atascada en su garganta y no pudo pronunciarla en voz alta.

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En la tarde, Ling Yiran no tenía nada que hacer y revisó su móvil, donde encontró noticias relacionadas con Xiao Ziyi. La noticia decía que Xiao Ziyi había sido llevada al hospital anoche. Supuestamente había ofendido a alguien quien había ordenado que le fracturaran una pierna. Una vez que sanara, no había garantía de que no quedaran efectos residuales.

Por lo tanto, parecía que Xiao Ziyi estaría ausente de la cena de compromiso entre las Familias Xiao y Hao, que se llevaría a cabo dentro de unos cuantos días.

"Siento que todo lo que dices es acertado", dijo. "Como cuando dijiste que los anuncios de proyección de Xiao Ziqi proponiéndole matrimonio a Hao Yimeng serían eliminados, realmente fueron eliminados. Esta vez dijiste que Xiao Ziyi pagaría el precio y realmente tuvo un accidente".

Ella lo pensó y dijo: "Siento como si tu boca hubiera sido bendecida. Todo lo que digas se hará realidad".

"Me temo que ella es la única que me describiría de esa manera". No sabía si reír o llorar. "Entonces, si todo lo que digo se hace realidad, ¿tienes un deseo que te gustaría que se hiciera realidad?"

"¿Yo?" Ella negó con la cabeza y dijo: "No tengo sueños que deseo hacer realidad". Pensó para sí misma: "Porque comprendo claramente que esos sueños están más allá de mi alcance".

"¿Hermana no quisiera encontrar un benefactor?" él preguntó. "Si hicieras eso, nadie te intimidaría, y todo lo que desees podría lograrse fácilmente".

Ella se rió levemente. "Si puedo asegurarme de tener suficiente para comer y usar ahora, eso ya sería genial. ¿Cuándo tendría tiempo para encontrar un benefactor? Además, solo soy una barrendera, ¿por qué un benefactor se sentiría atraído por mí?"

"¿Y si alguien realmente se enamorara de ti?" preguntó.