Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 898

'Ese era solo su último intento de aprovechar lo que me quedaba de afecto.

'Sin embargo, ella estaba equivocada, ¡no siento nada por ella!’.

'¡Sí, no siento nada por ella!'.

Ye Wenming se dijo una vez más: '¿Pero por qué... el día que ella se lastimó sigue apareciendo en mi mente estos días?’.

‘Es como si ella se negara a tener algo que ver conmigo’.

'Finalmente la encontré, y si nunca la volviera a ver...'.

Ye Wenming solo sintió que su corazón latía de dolor nuevamente al pensar en esto. 'No he obtenido mi venganza. ¡Solo unos años en prisión no son suficientes!’.

Al convencerse a sí mismo con este argumento, él tomó su teléfono e hizo una llamada. "Soy yo. Consigue a alguien en la Ciudad de Shen para que la vigile. Infórmame si pasa algo ".

‘No permitiré que ella vuelva a desaparecer de mi vista, sin importar lo que pase’.

‘Incluso en el infierno, ella espera no volver a verme nunca más. Sin embargo, ¡no la dejaré conseguir lo que quiere!’.

...

Después de dejar la casa de Zhuo Qianyun, Guo Xinli llevó a Ling Yiran de regreso al apartamento.

En el camino, Guo Xinli preguntó: "¿Lil Yan y su familia de verdad se van a mudar a la Ciudad G?".

"Sí", dijo Ling Yiran.

"Pensé que podría visitar a Lil Yan más a menudo en el futuro", dijo Guo Xinli. A él le agradaba Lil Yan.

"El hecho de que estemos en una ciudad diferente, no significa que no nos volveremos a encontrar", dijo Ling Yiran.

Por lo tanto, eso significaba... ¡El que estaba en el coche era Yi Jinli!

Sus pupilas se encogieron de inmediato. Luego, ella vio a la figura que se bajó del asiento del conductor. ¡Era el conductor de la familia Yi!

El conductor se acercó al coche de Guo Xinli y golpeó respetuosamente la puerta del copiloto.

Ling Yiran abrió la puerta con mano rígida. El conductor le dijo a Ling Yiran: "Señorita Ling, al Señor Yi le gustaría invitarla a su coche".

"¿El Señor Yi?". Guo Xinli miró con extrañeza antes de preguntarle a Ling Yiran: "¿Conoces al hombre del coche?".

'¿Cómo no iba a conocerlo?'. Ling Yiran respiró hondo y le dijo a Guo Xinli: "Iré para allá. Puedes irte a casa primero. No te preocupes por mí".

Luego ella se desabrochó el cinturón de seguridad.