Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 905

Resumo de Capítulo 905: Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante

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La Señora Zhuo sintió amargura cuando habló de ello.

Comparada con Kong Ziyin, lo que le sucedió a su hija fue demasiado trágico.

"¡Mamá, detente!", dijo Zhuo Qianyun rápidamente. Después de todo, su hijo estaba justo al lado de ellas y ella no quería que él se enterara de los rencores de los adultos.

La Señora Zhuo pareció recuperarse y cerrar la boca.

Afortunadamente, Lil Yan estaba concentrado en su entorno.

Con cada día que pasaba, Zhuo Qianyun sentía que su inquietud se hacía cada vez más fuerte. Ella estaba ansiosa de que los tres subieran al tren bala.

Finalmente, un anuncio de que necesitaban registrarse comenzó a reproducirse a través de la transmisión.

Sin embargo, Lil Yan quería ir al baño, por lo que Zhuo Qianyun se volteó hacia la Señora Zhuo y le dijo: "Mamá, cuida nuestro equipaje. Llevaré a Lil Yan al baño".

"Tienes que darte prisa. Nos van a registrar ahora", dijo la Señora Zhuo.

"Está bien, entiendo", respondió Zhuo Qianyun mientras tomaba a su hijo de la mano y se dirigía al baño.

Llevó a su hijo al baño de mujeres porque él era demasiado pequeño para ir solo al baño de hombres.

Afortunadamente, había puertas en todos los cubículos del baño de mujeres, que era relativamente privado y, por lo general, nadie tenía problemas con eso.

Después de que el pequeño terminó su asunto, Zhuo Qianyun lo levantó junto al lavamano para que pudiera lavarse las manos antes de que ella lo llevara.

"Mami, ¿tienes miedo?", preguntó de repente su voz infantil.

Solo había caminado unos pocos pasos cuando de repente se detuvo. Su cuerpo temblaba incontrolablemente mientras todos los colores se desvanecían de su rostro.

'¡No puede ser! ¿Cómo podría estar aquí Ye Wenming?’. Un miedo repentino se apoderó de Zhuo Qianyun, haciéndola querer huir de inmediato.

Sin embargo... sus pies parecían estar atascados en su lugar, incapaces de dar un paso.

"Mami, es el hombre que vi la última vez. Me ayudó a recuperar mi aparato auditivo", dijo Lil Yan mientras su manita se soltaba de la de Zhuo Qianyun. Él corrió hacia Ye Wenming, que lo miraba fijamente. Dijo cortésmente: "Hola, Tío".

Pocas cosas podrían sorprender a Ye Wenming, pero hoy se sorprendía una y otra vez.

Cuando se enteró de que ella tenía un niño de tres o cuatro años con ella por teléfono, él se sorprendió tanto que se olvidó de todo y salió corriendo. Cuando volvió a sus sentidos, ya estaba conduciendo su coche desde la Ciudad S a la Ciudad de Shen.

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