Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 940

Eventualmente ella se enteró por su hermano mayor que Ling Yiran tenía a Yi Jinli como su respaldo, y ella sufrió todo esto debido a Yi Jinli.

Al temer que Yi Jinli continuaría vengándose de ella, su familia la envió al extranjero.

Incluso cuando estaba en el extranjero, ella seguía vigilando a Ling Yiran.

Se enteró de que Ling Yiran se había mudado de la Residencia Yi y actualmente vivía en un pequeño apartamento. También trabajaba como una simple asistente legal en un bufete de abogados. Por lo tanto, ella concluyó que Yi Jinli debió haber dejado a Ling Yiran, y fue por eso que ella regresó de inmediato.

Ella planeaba vengarse de Ling Yiran unos días después y dejarla lisiada también para poder deshacerse del odio en su pecho. Sin embargo, no esperaba ver a Ling Yiran en el banquete.

"¿Con quién estás esta vez? Probablemente hiciste todo lo posible para entrar aquí porque quieres acercarte a Yi Jinli. ¡Solo mírate! Yi Jinli estaba momentáneamente interesado en ti. Ahora, sin Yi Jinli, no eres nada. ¿La gente como tú tiene derecho a estar aquí?".

Xiao Ziyi gruñó.

Ling Yiran ignoró a Xiao Ziyi. Ella vislumbró a Xiao Ziqi y Hao Yimeng acercándose.

Al pensarlo ahora, era natural verlos en un banquete que estaba lleno de gente de la alta sociedad de la Ciudad de Shen.

Aunque Hao Yimeng ya no era una actriz popular, seguía siendo la segunda hija de la familia Hao. Se veía tan engreída como siempre.

A pesar de que se había acercado a ella, Hao Yimeng dijo con una sonrisa: "Qué coincidencia encontrarte aquí. Felicitaciones por la anulación de tu caso, pero la familia Hao no te debe nada por esto. Fue el juez quien te encontró culpable, después de todo".

Ella estaba incluso más radiante de lo que había estado antes de ir a prisión.

Él sabía que era hermosa, o de lo contrario nunca la hubiera cortejado y salido con ella.

Su belleza no era del tipo llamativo, sino de una cómoda y tranquila elegancia. Cuanto más la mirabas, más cómodo te sentirías. Era como un riachuelo, en lugar de mares o ríos turbulentos, que se filtraría en tu corazón.

Él pensó en la última vez que fue a buscarla con respecto al incidente de la lista negra de Yimeng. Sin embargo, ella solo lo había mirado con frialdad. No había rastro de su afecto pasado en sus ojos.

Bueno, él la abandonó como si fuera un sacrificio.