Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 941

¡Ahora que he tomado esta decisión, no tengo nada de qué arrepentirme!’.

'¡Además, mi matrimonio con Yimeng sería lo mejor para la familia Xiao!'.

"Muy bien, vayamos allí a saludar al Presidente Wang y a los demás", dijo Xiao Ziqi, tratando de detener la disputa.

Sin embargo, Xiao Ziyi no quería dejarlo pasar. "Hermano, ¿qué quieres decir? ¿Puedes soportar que Ling Yiran insulte a la familia Hao? ¿No puedes defender a la Hermana Yimeng?".

"¿Te has olvidado de tu lección?", espetó Xiao Ziqi.

"Eso es porque ella tenía a Yi Jinli en ese entonces, pero ahora ella ha terminado con él. Hablando de eso, ella ahora es solamente una z*rra usada", dijo Xiao Ziyi en voz alta, queriendo que todos a su alrededor la escucharan.

Momentos después, todos se habían volteado para mirar la escena. Incluso había algunas miradas de simpatía y curiosidad, pero Xiao Ziyi no pensó mucho en eso. Ella solo pensó que la multitud simpatizaba con Ling Yiran.

Xiao Ziyi se volvió más entusiasta mientras hablaba: "Yi Jinli también es raro. Estaba interesado en una mujer que dejaste. Sorprendentemente, él perdió interés en la z*rra usada. Ling Yiran, escuché que estabas de rodillas en prisión, lamiendo y comiendo las sobras como un perro. ¿Por qué no actúas...?".

Sin embargo, antes de que ella pudiera terminar, alguien la abofeteó. Xiao Ziyi cayó al suelo e inconscientemente se cubrió la mejilla. Le tomó un tiempo recuperar el sentido. "¿Quién fue? ¿Quién se atrevió a abofetearme?".

Xiao Ziyi gritó. Su boca y mejillas hormigueaban de dolor mientras hablaba.

Su tono era completamente diferente al de antes. Era gentil.

"Solo charlamos un poco", respondió Ling Yiran con voz suave. Los despiadados comentarios de Xiao Ziyi no la afectaban en absoluto.

Al ver esto, Xiao Ziqi y Hao Yimeng sabían que Ling Yiran todavía compartía una relación con Yi Jinli después de todo.

¡Ya sea que hayan terminado o no, Yi Jinli seguía siendo el respaldo de Ling Yiran!

Con Yi Jinli alrededor, nadie podía poner una mano sobre Ling Yiran.