Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 986

Resumo de Capítulo 986: Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante

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Hace un momento cuando él los vio mirándose a los ojos mientras él estaba en la entrada de la cafetería, sintió como si su mundo se estuviera derrumbando.

¡Era como si ellos estuvieran en un mundo propio donde ella solo podía ver a Gu Lichen! ¡Él no pudo entrar sin importar qué y se quedó fuera!

Yi Jinli miró a Gu Lichen con frialdad y dijo: "Qué lástima. Ella no te amará".

Gu Lichen sonrió levemente y dijo: "Puede que ella no me ame ahora, pero ¿qué hay del futuro? ¿Cómo puedes estar tan seguro de que ella no se enamorará de mí? Jinli, ¿quién eres tú para decirme eso? Tú y Yiran han terminado, ¿no es así?".

Los ojos de Yi Jinli se oscurecieron.

"Jinli, te di una oportunidad. Me rendí más de una vez. Además, tú eres quien eligió terminar con Yiran. No me rendiré de nuevo esta vez", dijo Gu Lichen.

Yi Jinli de repente estalló en ira y se rio. "¿No te rendirás de nuevo? Jaja ... ¿Vas a poner en peligro a la familia Gu entonces?".

Gu Lichen enarcó ligeramente las cejas. "¿Vas a poner en peligro a la familia Yi?".

Los dos hombres se miraron fijamente y el aire se volvió tenso de nuevo.

Con un escalofrío, el dueño sirvió los dos platillos que ordenó Gu Lichen.

Aunque él no sabía quiénes eran los tres, estaba claro por el hecho de que habían bloqueado la puerta de la cafetería que no eran personas comunes.

"Jefe, tráenos una botella de tu mejor licor aquí", dijo Gu Lichen de repente.

"Está bien. Enseguida viene", respondió el dueño. Después de un rato, él regresó con una botella de licor.

"¿Eh? 378 dólares", dijo el dueño, luego, como si temiera que Ling Yiran dudaría de él, rápidamente agregó: "Esa botella de licor cuesta 230 dólares".

Ling Yiran pagó 378 dólares con su teléfono y salió de la cafetería.

Varias personas estaban en guardia afuera, impidiendo la entrada de otros clientes. Los transeúntes miraban de reojo a la cafetería como si se preguntaran qué estaba pasando dentro.

Ling Yiran no podía evitar reírse. El cierre temporal de una tienda puede parecer un gran problema para la mayoría de las personas, pero no para Yi Jinli y Gu Lichen.

La forma en que valoraban las cosas y la forma en que fueron educados era diferente.

Hace un momento, en la mesa de la cafetería, ella pensaba que había estado masticando cera. Ella nunca esperó invitarlos a cenar esta noche.

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