Adiós al Pasado romance Capítulo 29

Víctor veía en las noticias la lujosa boda de Laura.

Sus ojos se clavaron en la foto de Javier en su teléfono, y la rabia comenzó a hervir en su interior.

¡Seguro que fue Javier quien lo hizo!

¡Seguro que fue él!

Pensando esto, Víctor, sin hacer caso a las advertencias de Rosa y Carmen, salió apresuradamente del hospital.

Casa González.

Hoy era el primer día de su matrimonio.

Javier, por fin, abrazaba a Laura en la cama, disfrutando de la quietud y el calor del momento.

El sol suave y el aire fresco por la ventana no parecían ser suficientes para atraer su atención.

De repente, el timbre de la puerta interrumpió la tranquilidad.

Javier frunció el ceño, sin saber quién podría estar molestándolos en ese momento.

Con indiferencia, se puso una bata y fue a abrir la puerta.

Apenas abrió, el puño de Víctor se lanzó contra él con fuerza.

Javier, ágil, esquivó el golpe y atrapó su brazo, inmovilizando su mano.

—¿Qué demonios estás haciendo?

Víctor, con la mirada llena de ira y una barba de varios días.

Lucía más desaliñado que nunca.

Su voz fría, casi helada, resonó en la habitación:

—¡Javier! ¡No te basta con robarle a Laura, ahora también mandas a alguien a atropellar a Manuel! ¡Está en el hospital, y no sabemos si podrá salvar su pierna! ¡Vas a pagar por esto!

Dicho esto, los dos empezaron a pelear.

Javier, con una destreza impresionante, defendía cada uno de los movimientos de Víctor, mientras intentaba explicar:

—Víctor, no tengo ni la menor intención de hacer algo tan bajo. Lo único que hice fue organizar que los enviaran de vuelta, para que se ocuparan de los problemas entre la familia Almonte y la familia Gómez, sin tiempo para estar pendientes de mí y de Laura.

El ruido de la pelea atrajo a Laura, que apareció rápidamente para intervenir.

—¡Basta ya!

Se apresuró a detenerlos y, mirándolos a ambos, dijo: —Yo confío en Javier. Lo que necesitamos son pruebas.

Al escuchar su voz, Víctor comenzó a calmarse.

Poco después, la familia González presentó los resultados de la investigación: el accidente de Manuel había sido causado por un fallo en los frenos, un verdadero accidente.

Sin ninguna relación con Javier.

Tal como Javier había explicado, había organizado que sus hombres se encargaran de Víctor y Manuel, dejándolos inconscientes y enviándolos de vuelta a Puertomira mientras ellos se ocupaban de otros asuntos.

La confrontación con la familia Almonte y la familia Gómez ya había comenzado.

Carmen había intentado contactar con Víctor varias veces, instándole a regresar a Puertomira.

Incluso Manuel había sido trasladado allí para continuar su tratamiento.