¡Adiós! MI ESPOSO SIN DESEO romance Capítulo 7

Esa conversación tenía sus subtextos, pero Melba la entendió al instante, después de todo, ella había conseguido la receta de esa sopa fortificante de un médico muy reconocido; tenía que ser efectiva. Entonces, su rostro frío se iluminó con una sonrisa en un instante, aunque seguía regañando: "¿Qué eres, un niño? ¿No sabes ser más delicado? ¡Ve y cómpralo ya, y lleva a Odalys contigo! Si no mejora, que la vea un doctor, porque si se empeora será un problema".

Gerson no habló.

Finalmente, bajo la mirada insistente de Melba, llamó a Odalys para que se alistara y bajara. Al escuchar una voz preocupada, ésta última pensó que había sucedido algo y rápidamente se vistió y bajó, no esperaba encontrarse con Gerson y Melba frente a frente. La voz grave del hombre era excepcionalmente distante: "No te sientes bien, ven conmigo a comprar medicina".

Odalys: ‘¿Cuándo me sentí mal?’

Volvió a mirar a Melba y lo entendió, ¡era una excusa para usarla como escudo! Le lanzó una mirada desaprobadora a Gerson, ¡aquello era típico de él!

Melba no se percató de la tensión entre ellos; estaba demasiado feliz y notó que Odalys llevaba unos jeans ajustados. Rápidamente le dijo: "Vuelve a cambiarte por unos pantalones más sueltos, usar algo tan ajustado no es bueno para la recuperación de la herida. con este calor, es fácil que se infecte".

"Madre, ¿usted está diciendo...?"

¿Qué estaba diciendo? Espera, ¿dónde se supone que se sentía mal ella?

Gerson, sin embargo, extendió su mano para atraerla hacia él, y ella, sin equilibrio, se chocó contra su pecho y fue rodeada por sus brazos: "Vamos a irnos ya, debes descansar temprano".

Melba lo miró con desaprobación: "Odalys está herida, ¿cómo puedes ser tan brusco? Si nuestro doctor de familia fuera mujer, ya le habría llamado para que viniera a verla, ¿para qué necesitaríamos que tú lo hicieras?".

"Entendido", Gerson contestó con desinterés, mientras que Odalys, completamente desorientada, se dejó llevar hacia afuera sin resistirse.

"Espera", Melba recordó algo importante y corrió a la cocina. Cuando regresó, traía un paquete de hierbas medicinales. "Si funciona bien, llévenselo. Cualquier día que no haya nada que hacer, que los sirvientes lo preparen en la sopa y tomen un tazón cada noche".

Gerson apenas sonrió: "Dáselo a papá".

Melba fue directa: "Tu papá no necesita eso".

Odalys estaba muda.

¿Era que sin tomarlo ya era fuerte, o era que ni con eso se podía hacer algo? ¿Era eso algo que debería escuchar una joven?

Viendo que su hijo no lo tomaba, Melba le pasó el paquete de hierbas a Odalys: "Vayan ya, no solo compren la medicina, vayan rápido al hospital".

Cuando salieron de la casa de los Borrego y se subieron al coche, ella finalmente tuvo la oportunidad de hablar: "¿Qué le dijiste exactamente a mamá?".

Gerson no quería seguir con ese tema, miró el paquete de hierbas que ella todavía sostenía, elevó una ceja y, con un tono frío y burlón dijo: "¿Qué? ¿Realmente planeas llevarlo y prepararme una sopa cada noche?".

Casilda no se dejaba intimidar y respondió con firmeza: "Noe, no cuidas de ti misma, con esas lesiones sigues bailando a escondidas y no haces caso a los consejos. Ni a mí ni al médico nos escuchas, no me quedó otra opción que llamar al Sr. Borrego".

"Es mi vida, ya está casado y no deberías molestarlo con mis asuntos, para no hacerle la situación incómoda", aunque sus palabras eran frías, se percibía un tono de tristeza en ellas, y la voz temblorosa al final hacía que cualquiera sintiera compasión.

"Te fuiste lejos porque tu familia no era aceptada por la Sra. Borrego, deberías habérselo dicho en lugar de sufrir en silencio. Quieres ser una bailarina de talla mundial no por ti, sino para estar a su altura. Pero él, él ya se ha casado con otra, ¿no…"

No terminó su frase, ya que Gerson entró. Casilda cambió su tono a uno más formal: "Sr. Borrego".

Luego miró a Noelia en la cama y dijo: "Mira la herida en la pierna de Noe, yo ya me voy".

Una vez que la mujer salió, él se acercó a la cama y la miró desde arriba: "Sube el pantalón, quiero ver tu herida".

Noelia se había caído del escenario el día anterior, sufriendo un corte largo en la pierna que necesitó más de una decena de puntos. Ella no hizo lo que él le pidió, solo negó con la cabeza: "No le hagas caso a Casilda, está exagerando porque se preocupa por mí..."

Pero Gerson la interrumpió, su expresión era neutra, pero se podía sentir su poca paciencia: "Sube el pantalón".

Con los labios apretados, Noelia vio que él estaba decidido, así que no tuvo más opción que hacer lo él decía.