-¿La situación es muy grave?-
-Sí.-
-¿Hasta qué punto?- Vivian estaba un poco preocupada, porque si incluso Denis dijo que era muy grave, entonces realmente era muy grave, pero ¿por qué ella no estaba enterada de eso?
¿Por qué no estaba enterada de que había pasado algo tan grave en el Grupo Alonso?
No solo ella, ¿sino que incluso las otras personas que vinieron de «Amor Único» por Denis tampoco se dieron cuenta?
-¿Qué es lo que…?-
Una vez más, sus palabras fueron interrumpidas por Denis.
-El ex presidente, Samuel, transfirió la mayor parte del capital de trabajo del Grupo Alonso a otros lugares.-
¡Era una noticia impactante!
¡Toda una sorpresa!
¡Era malversación de propiedad y malversación de fondos ilegalmente!
-¿Por qué nadie más de la compañía se ha enterado de algo tan importante?- El tono de Vivian se aceleró inconscientemente porque estaba ansiosa en ese momento.
-Lo supe cuando se hizo la liquidación financiera.-
-Entonces ¿por qué...?- ¿Por qué no hizo nada en ese momento?
Quería preguntar eso.
La mujer del asiento trasero dejó los documentos que tenía en mano y levantó la cabeza, -Vivian, esa es la persona que me dio la vida.-
Con una frase y sin necesidad de decir nada más, el rostro de Vivian cambió continuamente, muchas emociones pasaron por su cara... Echó otra mirada profunda a la mujer que estaba en el asiento trasero.
Denis no era muy alta, incluso se le podía considerar bajita, si lo dejaban entre una multitud con un hombre alto a su lado, seguramente parecería una chica chiquita y linda.
Además, era muy flaca, tan flaca que parecía que se la podían llevar el viento.
¿Quién podría haber imaginado que un cuerpo tan pequeño pudiera ser tan terco?
A quién se le habría ocurrido que a partir de que se hizo cargo del Grupo Alonso, ese pequeño cuerpo había estado cargando de un peso inimaginable encima.
Sí, era cierto que Samuel malversó fondos públicos ilegalmente; sí, era cierto que Samuel usó trucos sucios para transferir la mayor parte del capital de trabajo de la empresa.
Sin embargo, Denis no podía demandarlo.
No, tampoco era que no podía demandarlo, sino que...
-Samuel te debe mucho.- Los ojos de Vivian estaban rojos.
No era de extrañar, no era de extrañar que Denis hizo todo lo posible, dando lo mejor y perfeccionarlo todo para solo una cooperación.
No era porque era demasiado perfeccionista, sino que Denis no podía permitirse perder esa batalla.
¡Samuel era indigno de ser padre!
Vivian recordó los rumores en la empresa.
Recordó las palabras que escuchó en el baño de la empresa.
Recordó que los empleados que trabajaban para el Grupo Alonso regañaron en secreto a Denis por ser una desagradecida y por no tener piedad y devoción filial.
¡Pero esa gente no sabía de qué desastre se hizo cargo Denis!
La gente de afuera solo vio que Denis había obtenido una gran cantidad de bienes y de repente consiguió el éxito en la vida. Incluso la familia Alonso, la señora Yanet y el señor Valentín también estaban celosos de esa gran cantidad de bienes.
-No soy tan bondadosa.- dijo Denis a la ligera, -Pero sigo siendo un ser humano. Los seres humanos tenemos nuestros caracteres. Dios creó a los humanos. Todos los seres humanos tenemos nuestros orígenes desde el nacimiento. Yo no he aparecido en el mundo mágicamente.-
Denis bajó la vista... Lo que no dijo fue que Samuel podía hacer lo que hizo, pero ella no podía castigar a su padre biológico. Su abuelo que estaba en el cielo seguramente no querrá que el padre y la hija se enfrentaran entre ellos.
Ella solo... quería proteger la única luz que le quedaba.
Era egoísta, porque si se apagaba la última luz de su vida, ni siquiera Denis sabría en lo que se convertirá.
Lo que había protegido era solo las cosas que más apreciaba, no tenían nada que ver con Samuel ni nada que ver con los demás.
Trabajar duramente y hacerlo todo bien no era más que quería conservar desesperadamente lo poco que aún estaba en sus manos.
Denis se olvidó de que no podía conservar lo que quería, porque era como si quisiera apretar la arena en sus manos y no se daba cuenta de que la arena solo se le escapaba más rápidamente con el agarre.
El coche se detuvo en la entrada del edificio de la otra empresa.
-Vivian, solo permitimos la victoria en esta batalla.-
-¡Sí!-
Denis dijo eso cuando salió del auto. Por su lado, Vivian borró inmediatamente las emociones en su rostro, parecía que era otra completamente diferente, llena de ánimo.
Cuando llegaron Denis y Vivian, también habían llegado otros representantes del Grupo Alonso.
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