Amor después del matrimonio romance Capítulo 115

"Señora, ¿quién es?". Sue miró su pantalla con curiosidad.

Yvonne forzó una sonrisa. "Mi hermano menor".

"No le pedirá dinero llamando en este momento, ¿verdad? Señora, no debe ceder", aconsejó Sue.

Yvonne asintió. "No te preocupes, sé lo que debo hacer".

Desde que se enteró de que Jason le estaba pidiendo dinero para jugar, estaba decidida a no darle ni un centavo. Sin embargo, si sucediera algo más, sería un caso diferente.

Yvonne atendió la llamada. "Ja...".

Antes de que pudiera terminar su palabra, Jason ya estaba reclamando desde el otro lado.

"Yvonne Frey, ¿por qué tardas tanto en contestar mi llamada?".

Yvonne frunció el ceño. "Jason, ¿te alimentaron con explosivos?".

“Eh, cómo sea. Llamé para preguntar, ¿le dijiste a mamá que ya no debo pedirte dinero?". Jason cuestionó furiosamente.

Yvonne agarró su teléfono con fuerza. "Lo hice".

"¡P*rra!". Jason maldijo.

Yvonne estaba igualmente furiosa, su pecho palpitaba. “¿P*rra? Jason Frey, soy tu hermana mayor. ¿Cómo puedes llamarme así?".

"Eso no es nada. ¿Hermana mayor? ¿Así es como eres mi hermana? Otras hermanas mayores están ansiosas por darles a sus hermanos todo, pero ¿y tú? No solo no lo estás haciendo, sino que también volviste a casa y amenazaste a mamá, diciéndole que me enviarías a la cárcel si sigo pidiéndote dinero".

"Yo...". Yvonne se quedó sin palabras. Ella se sintió agraviada al mismo tiempo. "No amenacé a mamá. Solo digo la verdad. Si te atrapan por apostar, te enviarán a la cárcel. ¡Dije eso con la esperanza de que mamá te vigile y te impida jugar!".

"Pft, creo que tienes el corazón duro para darme dinero", escupió Jason.

Yvonne estaba a punto de llorar por su ira. “Jason, ¿tienes siquiera corazón? ¿No ves que estoy haciendo esto por tu propio bien?".

"No necesito tu supuesta amabilidad". Jason se burló. "Si realmente me tomas como tu hermano menor, no deberías habérselo dicho a mamá. ¡Deberías darme dinero incondicionalmente!".

“Dinero, dinero, dinero, todo lo que sabes es dinero. ¿Es más importante que ir a la cárcel?". Yvonne le gritó.

Cuando Sue vio que Yvonne había perdido la calma, subió rápidamente a buscar a Henry.

Yvonne no se dio cuenta de que Sue se había ido mientras sostenía su estómago con el dolor grabado en su rostro, preocupada por su dolor de estómago por estar demasiado enojada con Jason. “Jason, sé bueno por una vez. ¡Soy tu hermana, no te deseo mal!".

"Pero no me estás dando dinero. ¡No hay diferencia entre ponerme en peligro!". Jason se burló.

Yvonne se mordió los labios. "¿No darte dinero te pone en peligro? Jason Frey, ¿desde cuándo solo ves el dinero?”.

“Siempre he visto solo el dinero. Yvonne, ¿crees que quiero apostar? ¡Es culpa tuya que yo apueste!".

"¿Mía?". Los ojos de Yvonne se abrieron por el asombro. ¿Por qué ahora era culpa suya?

"Por supuesto que eres tú. ¿Tendría que apostar si me dieras suficiente dinero?". Jason se burló.

Yvonne casi se desmaya por la furia añadida. "Todo lo que estás diciendo es que básicamente me estás culpando por no darte dinero, ¿no es así?".

La burla que vino de Jason fue su reconocimiento.

Yvonne estaba a la vez triste y enfurecida. “Jason, ¡cuántas veces tengo que decirte que no tengo nada! ¿Cómo se supone que voy a darte algo?".

“Yvonne Frey, no es que no tengas dinero. Simplemente no tienes la capacidad de captar la atención de mi cuñado. Si al menos fueras competente, el dinero que tanta tira Henry sería suficiente para mí. ¿Pero qué hiciste? ¡Te casaste hace tres años y sigues siendo igual de inútil!". Jason se burló.

El dolor de estómago de Yvonne empeoró y empezó a sudar frío. "¡Bueno, lamento no haberle enganchado el corazón a tu cuñado!", dijo ella con frialdad.

Jason no solo no discernió su ira, sino que le frotó la herida con sal mientras le gritaba: “Es bueno que lo sepas. ¿Acaso Henry no te daría dinero si le gustaras? ¿Tendría que recurrir a las apuestas? ¡Todo es por tu fracaso!".

Yvonne sintió que estaba en un punto de inflexión. "¿Entonces me llamas esta noche para reprocharme?".

"Si no le dijeras a mamá lo que le dijiste, ¿tendría que llamarte? De todos modos, eres tú quien me hizo mal", se burló Jason.

¿Por qué era él? ¡M*ldita sea, Yvonne, ni siquiera le informó cuando le pasó el teléfono a Henry!

Jason estalló interiormente en maldiciones a Yvonne.

Aunque Henry no pudo escuchar lo que Jason estaba pensando, escuchó el ruido de este último apretando los dientes y supuso que no tenía nada bueno que decir.

"¿Así es como sueles hablar con tu hermana?", preguntó Henry con frialdad.

Jason soltó una risa incómoda. “De ninguna manera, Henry. Normalmente soy muy amable con mi hermana. Hoy es solo... estoy de mal humor...".

"Tu hermana no es tu canal de ventilación, incluso si estás de mal humor". Henry entrecerró los ojos.

"Sí, sí, tienes razón, Henry", afirmó Jason.

Henry lanzó una mirada de disgusto antes de preguntar: "¿Estás llamando a tu hermana por dinero?".

"Sí, pero ella no me da nada", respondió Jason y pensó en otra cosa con un giro de ojos.

"Henry, ¿puedes darme algo de dinero?".

"No". Henry lo rechazó directamente.

Jason estaba agitado. "¿Por qué? Soy tu cuñado".

"Nunca reconocí que los Frey fueran mis parientes", respondió Henry con naturalidad.

La boca de Jason se abrió, sin encontrar respuesta.

Con la capacidad de Henry, nadie se inmutaba si se negaba a ver a los Frey como sus parientes.

Jason se apresuró a ceder. "Henry, no seas así. Después de todo, soy el hermano menor de Yvonne. Solo dame algo...".

"¿Estás seguro de que quieres dinero?". Había una sonrisa helada en el rostro de Henry.