Amor después del matrimonio romance Capítulo 227

Henry sintió la reacción de Yvonne. Sus ojos brillaron y su acción se volvió más suave.

Una llamada telefónica sonó de repente en ese momento, rompiendo el romance en la cocina al instante.

Yvonne se percató y lo apartó. "Tu teléfono".

Henry sacó el teléfono de mala gana y maldijo a Joe ferozmente en su corazón.

¿Por qué no podía hacer esta llamada antes o después en vez de ahora mismo?

Joe no estaba nada atento.

"¿No vas a contestar?". Yvonne no pudo evitar indicarle al hombre que miraba fijamente el teléfono.

Henry cerró los ojos, reprimió la rabia en su corazón y cogió la llamada frente a ella.

"¿Qué pasó?". Dijo con su voz fría.

Al otro lado de la llamada, Joe estaba aturdido. No entendía qué había hecho para que Henry se molestara, pero no pensó mucho en ello. Después de aclarar su mente, dijo solemnemente: "Sr. Lancaster, ha pasado algo en la sede principal".

"¿Pasó algo?". Henry entrecerró los ojos.

Joe asintió. "Así es. Nuestra sede principal fue atacada por una institución financiera desconocida".

"¿Qué dijiste?". La expresión de Henry cambió. "¿Estás seguro de lo que me dijiste?".

Yvonne se sorprendió al verlo reaccionar de esa manera.

¿Qué había pasado exactamente para que estuviera tan agitado?

"Es cierto, hace exactamente media hora...". Joe le explicó todo el incidente.

Después de escuchar toda la historia, la expresión de Henry se volvió angustiada y el entorno se tensó. "¿Averiguaste quién está detrás de esto?".

"Aún no. Todavía estoy investigando. Los directores quieren convocar una reunión y me preguntan si estás disponible".

"Claro. Vuelvo enseguida". Henry colgó.

Yvonne lo miró y preguntó en voz baja: "¿Qué paso?".

"Las acciones de la empresa están siendo atacadas. Tengo que irme ahora y puede que no vuelva esta noche. Le pediré a Sue que te traiga la cena". Instó Henry mientras se arreglaba su desordenado atuendo.

Yvonne asintió. "De acuerdo. Ya que ha pasado algo con la empresa, deberías darte prisa y marcharte ya".

"Sí, ya me voy. Llámame si necesitas algo". Henry le acarició el pelo y se marchó.

Yvonne no se levantó del mostrador hasta que escuchó la puerta cerrarse. Su corazón se sentía perdido y agradecido al mismo tiempo.

Estaba perdida porque Henry la había dejado atrás otra vez, pero podía entenderlo ya que algo le había pasado a la empresa. Podía ser comprensiva mientras no tuviera nada que ver con Jacqueline.

Lo que le hizo agradecer fue que no siguieran con el ejercicio que la hizo sonrojar con un latido rápido del corazón. La llamada de Joe llegó a tiempo, de lo contrario, podría haberse metido con Henry en la cocina.

En ese caso, ella nunca podría mirar la cocina igual que antes.

Pensando en eso, Yvonne tomó un poco de aire. Después de ordenar su ropa, continuó con los platos.

Una vez que terminó con los platos, volvió a su habitación y vio la televisión.

Henry no volvió en la noche, tal y como había dicho.

Miró la hora y eran casi las diez.

No tenía ni idea si los asuntos de su empresa se habían resuelto.

"Señora". Sue salió de la cocina con un vaso de leche.

Yvonne se giró para mirarla. "¿Sí?".

"Este vaso de leche es para usted. Bébelo mientras esté caliente". Sue le dio la leche.

Después de que Yvonne le diera las gracias a Sue, tomó un sorbo de la leche que tenía en la mano.

"Señora, es tarde. Por favor, descanse temprano después de beber la leche. Yo también debo volver a la villa". Sue se despidió de ella.

Yvonne asintió. "Bien. Ten cuidado cuando regreses, Sue".

"No te preocupes. El conductor me está esperando fuera. Me despido entonces". Sue cogió la lonchera de la mesa, e hizo un gesto con la mano y se dirigió hacia la puerta.

Cuando Sue se fue, el apartamento volvió a estar vacío. Yvonne se sintió sola a pesar de que la televisión estaba encendida.

La soledad la hizo arrepentirse de haberse mudado.

Si no se hubiera mudado y siguiera viviendo en la villa con Sue, no se sentiría tan sola como ahora.