Amor después del matrimonio romance Capítulo 231

Yvonne sacudió su cabeza y sonrió. "Nada. Solo desayuna".

No tenía intención de responder a eso. Henry la miró unos segundos y asintió ligeramente. Luego no volvió a hablar.

Después del desayuno, Henry fue a sentarse en el sofá y se puso la corbata. De repente preguntó: "En cuanto a lo que te pedí que consideraras antes, ¿qué piensas de eso?".

"¿De qué estás hablando?". Yvonne estaba fregando los platos. Se quedó confundida tras escuchar su pregunta.

Henry llevaba bien puesta la corbata. Ahora empezó a ponerse también las mancornas. "Se trata de ti, de que retomes tu trabajo. Si quieres hacerlo, puedo trasladarte a la sede principal. Así podrás trabajar en el mismo departamento que Lynette. También puedes ser secretaria. ¿Qué te parece?".

Yvonne detuvo sus movimientos. "Todavía lo recuerdas".

"Nunca lo olvidé". Henry la miró.

Yvonne bajó ligeramente la mirada. "Si regreso a mi trabajo, ¿los demás qué opinarán al respecto?".

"¿Por eso tardaste tanto tiempo en considerarlo? ¿Te preocupa eso?". Henry levantó una ceja.

Yvonne respondió que así era. "Sí".

Henry se levantó y dijo: "No tienes por qué estar así. Si sigues preocupada, te trasladaré a la sede principal. Allí nadie te conoce, así que no dirán nada al respecto".

Yvonne lo pensó un rato. "¿Estará bien?".

"¿Por qué no?". Replicó él.

Yvonne guardó silencio durante unos segundos. "Temo que los demás puedan opinar al respecto dado que apareceré de repente".

Si no le fallaba la memoria, los empleados civiles que contrataba la sede principal del Grupo Lancaster eran todos excelentes licenciados de destacadas universidades, excepto los obreros que trabajaban en las fábricas. Sin embargo, ella se graduó en una universidad ordinaria. ¿Qué debería decir si los demás le preguntaran al respecto?

Para ella, mentir sobre ello iba en contra de su buen juicio. Pero si era sincera con ellos, temía que los demás pudieran alegar que había algún tipo de favoritismo en su caso.

Aunque era cierto que habría un poco de favoritismo si Henry la trasladaba a la sede principal, seguía siendo desagradable oírles hablar de ello.

"Si tienes miedo de que los demás te condenen por eso, simplemente trabaja más duro. Mientras seas capaz, los demás no opinarán al respecto. ¿Entiendes?". Henry parecía serio.

Yvonne lo pensó durante un rato y se dio cuenta de que lo que decía era lógico. Entonces asintió. "Bien, ahora lo entiendo. Te dejaré a cargo".

Le hizo una reverencia.

Al ver que se mostraba cordial con él, él frunció ligeramente el ceño. Entonces se dirigió hacia ella y se colocó frente a ella. La sujetó por los hombros y la sostuvo.

"Todavía no has aprendido la lección". Soltó una de sus manos y comenzó a acariciar su rostro.

Yvonne estaba aturdida. "¿Qué pasó?"´.

Henry la miró profundamente a los ojos. "Te he dicho que soy tu marido. Siempre puedes decirme lo que desees y lo que quieras hacer. Mientras sea razonable, no te voy a rechazar. Así que no tienes que ser tan cordial conmigo. Pero parece que no me has escuchado".

Yvonne se quedó atónita. Desvió la mirada. "No es que no te haya escuchado. Es que no estoy acostumbrada a suplicarle a los demás".

"Entonces debe ser por el lugar donde creciste. El entorno moldeó tus características". Henry le levantó la cara.

Yvonne bajó los párpados y permaneció en silencio.

Henry suspiró suavemente. "Ya que ahora estás casada conmigo y apenas tienes contacto con los Frey, ¿por qué no intentas ser más positiva? Soy tu marido. Los Lancaster siempre serán tu colchón de seguridad. También tienes que intentar confiar en mí y en los Lancaster. ¿Me entiendes?".

Los ojos de Yvonne se movieron, pero permaneció callada.

'¿Confiar en él y en los Lancaster?'.

'¿Podré hacerlo?'.