Amor después del matrimonio romance Capítulo 276

En el salón, Yvonne estaba sentada en el sofá, almorzando distraídamente. Después de comer por un largo tiempo, gran parte de la comida aún quedaba en el tazón.

Cuando llegó Henry, la vio aturdida mientras mordía el tenedor.

Se acercó y le preguntó: "¿En qué estás pensando?".

Yvonne volvió a la realidad y lo miró. "Estoy pensando en diseño de moda. ¿Has terminado tu trabajo?".

"Sí". Henry se sentó. "Has mencionado el diseño de moda. ¿Lo has pensado bien?".

"Claro. Dentro de tres meses solicitaré la admisión en algunas escuelas". Dijo Yvonne con emoción en los ojos mientras dejaba los cubiertos.

Al verla en esta situación, la expresión de Henry se suavizó un poco. "¿Ya te has decidido?".

"¡Ya he tomado mi decisión!". Respondió Yvonne sin pensarlo.

Henry se sirvió un vaso de agua. "Ya que está decidido, ¿a qué escuela te vas a inscribir?".

"No estoy segura". Los ojos de Yvonne se apagaron por un instante y frunció el ceño. "Estuve pensando en esto antes. He investigado en Internet y hay demasiadas escuelas de diseño. Ni siquiera sé cuál elegir".

"Vete al extranjero". Respondió Henry.

Yvonne se sobresaltó ligeramente. "¿Irme al extranjero?".

"Sí, las escuelas de diseño más conocidas del mundo están todas en el extranjero. Si quieres tener éxito en poco tiempo, estudiar en el extranjero sería la única manera". Respondió Henry después de tomar un sorbo de agua.

Yvonne se quedó en silencio.

Al principio pensó que le resultaba impactante hacer el examen de ingreso en varias escuelas de diseño locales reconocidas.

Inesperadamente, planeó aún más para ella y le pidió directamente que entrara en una universidad reconocida internacionalmente.

Tuvo que admitir que se sintió un poco conmovida, pero también preocupada por si suspendía el examen.

"¿De verdad crees que puedo estudiar en el extranjero?". Yvonne miró al hombre sin confianza.

El hombre le dio un golpecito en la frente. "No se trata de si puedes ir, sino de si quieres ir. Si quieres, dímelo y lo organizaré para ti. Muy bien, no lo pienses tanto. Comamos".

Después de hablar, cogió otro juego de cubiertos y empezó a comer.

Seguramente él tenía hambre. Comía mucho más rápido de lo normal, pero de forma elegante, lo que era agradable de ver.

Sin embargo, Yvonne obviamente no le prestaba atención a estas cosas. Su mente estaba ocupada con su sugerencia y perdió el apetito para comer.

Su estómago aún estaba vacío cuando volvió al departamento de planificación.

"Yvonne, ¿a dónde has ido durante tu descanso para comer?". Lynette se inclinó inmediatamente para chismear cuando vio que Yvonne había regresado.

Yvonne encendió el ordenador y respondió vagamente: "Fui a comer".

"¿Dónde has ido?". Lynette se quedó mirando la cara de Yvonne sin moverse, queriendo leer su expresión.

Yvonne simplemente bajó la cabeza. "Salí".

"¿De verdad?". Lynette se tocó la barbilla. "¿Por qué no me pediste que te acompañara cuando saliste a comer?".

"La próxima, la próxima". Yvonne se limitó a contestar, tratando de barrer esa pregunta bajo la alfombra.

Pero Lynette estaba decidida a no dejarla pasar esta vez. "Bien. Entonces no te olvides de pedirme que te acompañe la próxima vez. Me gustaría ver la deliciosa comida que se come afuera. Pero Yvonne, ¿me estás ocultando algo? Has estado actuando de forma extraña y misteriosa desde que llegaste a trabajar a la sede principal".

"¿Lo estoy?". Yvonne se sintió culpable por un momento.

Lynette resopló: "Claro que sí. No me acompañaste cuando te invité a comer. No fuiste ni siquiera cuando te pedí un paseo por la empresa. Siento que nos hemos distanciado".

Yvonne se quedó ligeramente sorprendida.

Ahora que Lynette lo decía en voz alta, lo parecía.

Últimamente, cuando Lynette la invitaba, ella la rechazaba cada vez.

Ni siquiera hablaba mucho con Lynette, aparte del trabajo. De hecho, se había alejado un poco de Lynette.

"¿Cómo es posible que esto pase?". La cara de Yvonne se puso pálida y se agarró al brazo de Joe. "¿Estará bien Henry y la empresa?".

Joe sonrió mientras le retiraba el brazo: "Señora, no se preocupe. Nuestra compañía no ha hecho nada de eso. Por lo tanto, no pasará nada. La persona que está detrás solo quería molestarnos y aprovecharse de este caos. Intentan derribarnos haciendo que nuestros clientes entren en pánico y duden de nosotros".

"Ya veo...". Yvonne suspiró aliviada, mientras Henry estuviera bien.

"Así es, señora. No se preocupe y suba al coche. El equipo de inspección se irá después de esta noche". Joe abrió la puerta del coche.

Yvonne asintió y se sentó.

No habló mucho en el camino de vuelta. Todo tipo de cosas pasaban por su mente.

Eran casi las siete de la tarde cuando llegó a la villa.

Sue salió a recibirla. Su cara era un poco desagradable. "Señora".

"Sue, ¿qué pasa? ¿Ha pasado algo?". Preguntó Yvonne con preocupación.

Sue señaló la villa. "La molestia está aquí".

"¿Quién?". Yvonne sintió curiosidad.

Sue resopló fríamente: "¿Quién más podría ser? Es la chica Conrad. Está aquí para buscar al Sr. Lancaster. He intentado todas las maneras posibles para ahuyentarla. Si no tuviera miedo de herirla, habría pedido al guardia que la echara. Lo que más me molesta es que no me permitió llamar al Sr. Lancaster o a usted, señora. Estoy muy enfadada".

Yvonne ignoró la queja de Sue. Todavía estaba en un estado de conmoción por su primera oración. "Sue, ¿acabas de decir que Jacqueline está aquí?".

"Sí, está sentada en la sala ahora". Dijo Sue con los labios curvados.

La cara de Yvonne se hundió. Levantó el pie y entró en la villa.

Tan pronto como entró en el salón, vio a Jacqueline sentada en el sofá mientras disfrutaba de su té.

"¿Por qué estás aquí?". Preguntó Yvonne mientras se acercaba y dejaba su bolso a un lado.