Amor después del matrimonio romance Capítulo 280

"Estoy bien", respondió Yvonne con una sonrisa irónica, con la garganta ligeramente seca. "Solo siento un poco de frío por el viento".

Sue se frotó las manos y dijo: "Volvamos a la villa entonces, señora".

"Está bien, esperemos a Henry". Yvonne sacudió la cabeza y miró el paisaje lluvioso.

Después de mirar en esa dirección durante unos minutos, Henry apareció con Jacqueline en brazos de entre la niebla causada por la lluvia.

Ambos estaban completamente empapados. Jacqueline estaba en sus brazos con la peluca que le estaba cubriendo la cara. Por lo tanto, Yvonne no pudo ver su rostro.

Sin embargo, pudo ver que la piel de Jacqueline era tan pálida que parecía un cadáver.

Era obvio que Jacqueline no estaba en buenas condiciones en ese momento.

Sin embargo, a Yvonne no le preocupaba todo esto. Sólo le preocupaba Henry.

"H-Henry...". Yvonne lo llamó inconscientemente cuando Henry pasó junto a ella con Jacqueline en brazos.

Sin embargo, Henry no le respondió y continuó llevando a Jacqueline a la villa sin siquiera mirarla. Había ignorado por completo a Yvonne.

El rostro de Yvonne palideció y su corazón también se congeló.

Se aferró con fuerza a la mano de Sue, con la voz ligeramente entrecortada mientras decía, "Sue, ¿crees que Henry no pudo oírme o me ignoró a propósito?".

Sue pudo sentir que le dolía y le dio unas palmaditas en la mano en señal de compasión. "Señora, no lo pienses tanto, la lluvia es tan fuerte que el señor podría no haberla oído. Es comprensible".

"¿Es así? Pero no puedo evitar la sensación de que lo hizo a propósito. Además, lo vi en sus ojos mientras llevaba a Jacqueline adentro. Esos ojos mostraban preocupación por ella". El rostro de Yvonne se tornó amargo.

Yvonne se había preparado para que llegara este día.

Sin embargo, cuando vio lo preocupado que estaba Henry por Jacqueline en ese momento, su corazón sufrió mucho.

Esto era suficiente para demostrar que Henry no había hablado en serio cuando dijo que ya no le importaba Jacqueline, cuando en realidad todavía tenía algunos sentimientos por ella. Aunque esos sentimientos no fueran tan fuertes como antes, Jacqueline seguía siendo su primer amor y eso lo hacía inolvidable para él.

Sue fue lo suficientemente lista para darse cuenta de lo que Yvonne estaba pensando en ese momento. Respiró profundamente y suspiró, luego fingió ignorancia y dijo: "Señora, creo que está pensando mucho. Es normal que el señor esté preocupado por Jacqueline. Yo también lo estaría si estuviera en su lugar".

"¿Qué?". Yvonne se sorprendió y no pudo comprender lo que Sue acababa de decir.

Sue sonrió y dijo: "Piénselo, señora. Si el señor no hubiera llevado a Jacqueline en ese momento, podría haber muerto con el estado en que se encontraba. Si eso hubiera ocurrido realmente, las consecuencias que habrían seguido serían impensables. Creo que el señor pensó en esto y estaba ansioso, y de ahí viene su comportamiento de ahora".

Yvonne movió los labios, sin saber si reír o llorar. "Sue...".

Por supuesto, sabía que Sue había dicho todo eso solo para consolarla y evitar que pensara demasiado.

Pero sin duda, Yvonne se sentía mejor gracias a ella.

"Muy bien, señora, volvamos a entrar. Hace tanto frío fuera que podríamos resfriarnos si nos quedamos más tiempo". Le recordó Sue.

Yvonne asintió. "Vamos".

De vuelta a la villa, la sala estaba vacía, así que era obvio que los dos estaban arriba.

Yvonne estaba preocupada porque Henry había llevado a Jacqueline a su habitación y agarró a Sue mientras subían juntas a toda prisa.

No fue hasta que llegaron arriba que Yvonne se dio cuenta de que realmente había pensado demasiado las cosas esta vez.

Henry había colocado a Jacqueline en la habitación de invitados en vez de en la suya.

Yvonne dejó escapar un suspiro de alivio y se sintió avergonzada al mismo tiempo por haber malinterpretado a Henry.

Llamó a la puerta con la cara enrojecida. La puerta estaba entreabierta en ese momento, por lo que Yvonne había entrado sin esperar respuesta después de llamar.

La habitación estaba en silencio. Jacqueline estaba tumbada junto a la cama con Henry sentado a su lado, con la mirada fija en Jacqueline.

Yvonne sintió un fuerte dolor ardiente que la pinchaba al ver esto. Las lágrimas empezaron a acumularse alrededor de sus ojos.

Se mordió el labio y pensó para sí misma. ‘¿Henry se sentaba a su lado como lo hacía antes, cuando ella estaba en coma?’.

"Señora", dijo Sue mientras le daba un codazo a Yvonne al ver que le pasaba algo.

Yvonne se dio cuenta de que estaba desorientada y respiró profundamente antes de llamar al hombre que estaba junto a la cama. "Henry".

Muy pronto, Sue regresó con un juego de ropa.

Yvonne echó un vistazo a la ropa y se dio cuenta de que los colores se habían desvanecido e incluso el estilo era anticuado. Era obvio que la ropa era para una mujer madura como Sue.

Pero Yvonne nunca había visto a Sue con esa ropa. Probablemente estaban enterradas en lo más profundo de su armario entre sus otras prendas.

"¿Estás haciendo esto a propósito, Sue?". Preguntó Yvonne con una risita mientras señalaba la ropa que Sue estaba sosteniendo.

Sue se rio y caminó hacia Jacqueline sin responder.

Sue le cambió la ropa a Jacqueline. Sin embargo, lo hizo de una forma tan brusca que Yvonne no pudo evitar sentir un poco de pena por Jacqueline.

Jacqueline parecía un objeto para Sue, siendo lanzada de un lado a otro, incluso retorciéndola ligeramente como venganza.

Yvonne no pudo evitar sentirse eufórica al ver cómo se desarrollaba la escena y no impidió que Sue continuara.

Sabía que Sue lo hacía más que nada por ella, aunque a Sue también le desagradaba la chica.

Por lo tanto, no había razón para que Yvonne la detuviera. En cambio, Yvonne se quedó junto a la puerta para estar atenta, por si Henry entraba y veía lo que estaba pasando.

Sin embargo, la verdad era que había vuelto a pensar demasiado en las cosas. Henry no iba a entrar bruscamente en la habitación. En cambio, llamó a la puerta y dijo: "¿Has terminado de cambiarla?".

Yvonne lanzó una mirada a Sue.

Sue asintió.

Yvonne respiró hondo y respondió: "Ya hemos terminado, pasa".

Henry entró a la sala con un hombre vestido con una bata blanca.

Era un médico.

El médico recorrió la habitación antes de dirigirse a la cama y realizó un chequeo a Jacqueline.

Una vez terminado el chequeo, Henry se puso al lado del médico y le preguntó: "¿Cómo está?".