Amor después del matrimonio romance Capítulo 297

"Ella todavía está allí. La Srta. Conrad ha estado viviendo en la villa de Conrad y no se ha ido desde entonces", respondió Joe.

Yvonne arqueó una ceja con sospecha. "Eso es extraño".

"¿Por qué es extraño?". Henry la miró.

Yvonne explicó: "¿Por qué Jacqueline todavía estaría en Vancouver cuando Dominic ya salió? Los Conrad ya se han convertido en enemigos de los Lancaster. Ahora que Dominic se fue, ¿Jacqueline no tiene miedo de que los Lancaster la busquen?”.

"La señora tiene razón". Joe se ajustó las gafas.

Henry murmuró: "No importa cuál sea su razón para quedarse ahí. Mientras esté en Vancouver, debes vigilarla a toda costa. Ella es la única hija de Dominic. Seguro que se pondrá en contacto con ella y ella nos guiará hasta él siempre que la vigilemos".

"Sí, señor". Joe asintió.

Henry hizo un gesto con la mano. "Eso es todo, puedes irte ahora".

"Entendido". Joe se volvió y se fue.

Solo la pareja quedó en la sala después de que Joe se fuera.

Yvonne abrió la boca para intentar decir algo, pero al final decidió no hacerlo.

Henry ayudó a cubrirla con una manta. "Di lo que quieras decir".

"Umm... en realidad no es nada, solo quiero decir que Jacqueline no es la única hija de Dominic. Tiene una hermana mayor”, dijo Yvonne.

Henry entrecerró los ojos. "¿Dónde has oído eso?".

¿Cómo podía no saber que Dominic tenía otra hija?

"De Elliot", respondió Yvonne con sinceridad.

El rostro de Henry se ensombreció cuando escuchó ese nombre. "¿Cuándo te dijo esto?".

"Hace solo unos días".

“¡No debes creerle!”. Henry gimió fríamente.

Yvonne reflexionó durante unos dos segundos antes de decir: "¿Y si estaba diciendo la verdad?".

"Incluso si fuera verdad, ¿qué tiene que ver con nosotros?". Henry tomó una revista casualmente y comenzó a hojear las páginas.

Yvonne lo pensó y estuvo de acuerdo con él, luego dejó de comentar y comenzó a cerrar los ojos con un bostezo.

Henry la miró y notó que tenía sueño. Dejó de hojear las revistas y las guardó después de esperar a que ella se durmiera. Luego se levantó y se fue en silencio.

Pronto, pasó una semana en un abrir y cerrar de ojos.

Las heridas de Yvonne se recuperaron en su mayor parte, los moretones en su cara y cuello habían sanado y no se veía una cicatriz.

Solo sus costillas necesitaban más tiempo para recuperarse. Se le recomendó que siguiera descansando un rato para que sanara.

"¿Ha terminado de empacar, señora?". Sue entró en la sala de Yvonne con los documentos de alta en las manos.

Yvonne se estaba poniendo sus zapatos nuevos. Ella respondió tan pronto como escuchó la pregunta de Sue: "Ya terminé".

"Entonces vamos". Sue recogió el equipaje que estaba al lado de Yvonne.

Cuando ambas dejaron la sala, Shane caminaba en su dirección.

Lo primero que vio Shane fue a Sue con una bolsa de equipaje y luego su mirada se fijó en el rostro demacrado de Yvonne. Una mirada triste se reflejó detrás de las gafas de Shane cuando dijo: "¿Estás segura de que quieres que te den de alta?".

"Sí, ya no es necesario que aproveche los recursos del hospital ahora que puedo levantarme de la cama", bromeó Yvonne con una sonrisa.

Shane suspiró y dijo: "Muy bien, no voy a comentar más porque ya tomaste tu decisión. De hecho, estaba planeando pedirte que te quedaras aquí unos días más".

"No me gusta el olor a desinfectante en el hospital". Yvonne movió la nariz. "Así que creo que será mejor que me vaya ahora".

Shane sonrió al escuchar la broma de Yvonne. "Supongo que harías bien en volver a casa, pero no debes moverte y debes concentrarte en tu recuperación en la villa. Las cosas no son tan tranquilas como solían ser con los Lancaster".

"Lo sé, no quiero traer ningún problema a Henry". Yvonne se acarició el pelo corto.

La expresión de Shane se volvió seria. "Te estoy pidiendo que te cuides".