Amor después del matrimonio romance Capítulo 300

Yvonne estiró la espalda antes de explicar: "Planeo dejar que ambas luchen por el control de los Conrad, entonces...".

"¡Espere!". Sue hizo una acción para interrumpir a Yvonne. "Entiendo lo que está diciendo, señora. Está planeando atacarlos cuando el momento sea adecuado, ¿estoy en lo cierto?".

Yvonne sonrió, pero no respondió.

Sue puso los ojos en blanco. "Esto no servirá, señora. Incluso si la persona no le mintió acerca de que Jacqueline tenía una hermana, ella es la familia de Jacqueline. ¿Realmente lucharían entre sí en lugar de amarse?”.

Yvonne no estuvo de acuerdo y dijo: "Si yo fuera la hija legítima de Dominic, pelearía y reclamaría todo lo que merezco en lugar de amar a mi hermana si averiguara que ella y su madre son la razón por la que mi madre está muerta".

"Eso puede ser cierto, pero usted no es la hija de Dominic Conrad, señora", dijo Sue mientras acariciaba la cabeza de Yvonne con una sonrisa.

Yvonne resopló: "Yo tampoco deseo ser su hija".

“Exactamente señora. Así que debería ir a lavarse ahora y no pensar en ideas extrañas”, dijo Sue mientras se reía y volvía a la cocina a trabajar.

Sin embargo, Yvonne aún no se había rendido.

Quería vengarse, lo deseaba tan desesperadamente que cuando Dominic todavía estaba en prisión, pensó en lo que le haría a Jacqueline. Pero su sed de venganza no era tan grave como ahora.

Ahora que Dominic había sido rescatado, sus esfuerzos de venganza fueron en vano, incluso existía la posibilidad de que Dominic tuviera su venganza contra ella. En ese caso, ya no había necesidad de que ella dejara a Jacqueline escapar.

Es más, esto ya no era un rencor entre ella, Dominic y Jacqueline. El rencor se intensificó entre tres familias con los Conrad aliándose con un enemigo desconocido, jurando llevar a los Lancaster al suelo. Yvonne supuso que Henry ya no sería fácil con los Conrad y quería ayudarlo.

"Elliot...", murmuró Yvonne de repente.

Dado que fue Elliot quien le había dicho que Jacqueline tenía una hermana, debía tener alguna información crucial en sus manos.

Parecía que era necesario que Yvonne buscara la oportunidad de ver a Elliot y preguntarle en persona.

Mientras pensaba en esto, Yvonne terminó su vaso de agua de un trago y se dirigió arriba.

Henry regresó tarde a casa, como de costumbre. Tenía el ceño fruncido y parecía exhausto.

Yvonne le quitó el maletín de las manos. "¿Estás cansado?".

Henry se pellizcó el puente de la nariz con voz ronca cuando dijo: "Hay un espía en la empresa".

"¿Qué?". Yvonne se sorprendió. "¿Un espía?".

Henry asintió.

“¿Por qué habría un espía en la empresa? ¿Está todo bien?", preguntó Yvonne.

“La compañía está bien en este momento, pero el espía robó información confidencial. Nuestros enemigos pueden usar esta información contra nosotros en el futuro”, dijo Henry en un tono profundo, sus ojos profundos llenos de frialdad.

Yvonne no esperaba que sucediera algo así y estaba nerviosa. "¿Lo atraparon?".

"No, se escapó, pero yo sé quién es". Henry cerró los ojos por el cansancio.

Yvonne lo miró y se movió para pararse detrás de él y comenzó a masajear sus hombros.

Henry se sorprendió un poco cuando se volteó y la miró.

Yvonne bajó la cabeza para encontrarse con su mirada. "¿Algo anda mal?".

Henry sonrió. "No es nada, ¿puedes masajear más fuerte?".

"¿Mejor?". Yvonne aumentó su fuerza mientras lo masajeaba.

Henry cerró los ojos cómodamente. "No está mal”.

Yvonne sonrió y usó toda la fuerza que tenía. "¿El espía estaba actuando bajo las órdenes del anciano?".

Henry frunció los labios y respondió: "Es probable. Nuestros hombres no pudieron encontrar al espía cuando huyó. Aparte de estar escondido, no puedo pensar en otras posibilidades".

"Entonces, ¿qué pasará con la información confidencial que fue robada?". Yvonne estaba preocupada.

Henry levantó una mano y se la puso en la frente. “Le pedí a Joe y a los demás que aporten información confidencial nueva para reemplazar las que fueron robadas. Solo espero que los que lo robaron no lo usen contra nosotros demasiado pronto. Sin embargo, no importará demasiado de todos modos, ya que la información no será suficiente para acabar con nosotros".

"Pero todavía podría causar algo de daño a los Lancaster, ¿verdad?". Yvonne asumió.

Henry enarcó una ceja al ver a Yvonne aturdida; se sintió algo extraño.

¿Tenía que reaccionar con tanta fuerza por dos boletos?

Ella siempre decía que lo amaba, ¡pero él nunca la había visto mirarlo de esa manera antes!

El rostro de Henry se ensombreció al pensar en esto. De repente lamentó haberle ordenado a Joe que comprara esos boletos.

Incluso pensó en arrancar esos boletos en ese momento.

"¡Iré!". Yvonne no era consciente de lo que Henry estaba pensando en ese momento y respondió con valentía tan pronto como se dio cuenta. Cogió las entradas y dijo: "Gracias, Henry".

Se había estado preguntando cuándo tendría la oportunidad de asistir a un desfile de modas.

Sin embargo, sus pensamientos se desvanecieron cuando vio el precio de los boletos de entrada y su bolso cada vez más delgado.

No esperaba que Henry le concediera su deseo y estaba eufórica.

"¿Gracias?". Henry arqueó una ceja. “Este es uno de los desfiles de moda más grandiosos. ¿Crees que un simple agradecimiento sería suficiente?”.

La sonrisa de Yvonne se congeló cuando desvió la mirada de las entradas a su cara. "Q-qué... ¿Qué quieres que haga entonces?".

Henry señaló su mejilla.

Yvonne entendió lo que quería decir y dio un suspiro de alivio.

Así que solo estaba pidiendo un beso. Ella había pensado que estaba a punto de pedirle eso de nuevo.

Parecía que Henry estaba preocupado por sus heridas, de ahí la solicitud de solo un beso.

Pensando en esto, Yvonne respiró hondo y lentamente besó a Henry directamente en las mejillas.

Cuando terminó, inmediatamente volvió a su posición original y preguntó: "¿Suficiente?".