Amor después del matrimonio romance Capítulo 326

El anciano le hizo un gesto a Frederick.

Frederick asintió y abrió la carpeta que tenía en la mano antes de pasársela a Yvonne. "El Amo quiere que firmes esto".

"¿Qué es esto?". Yvonne lo miró con sospecha y sus ojos se abrieron de repente. "¿Esto es... un contrato de transferencia de acciones?".

"Sí". Frederick destapó un bolígrafo mientras le explicaba: "El Amo quiere transferirle el 10% de las acciones iniciales, señora".

"¡De ninguna manera!". Yvonne se levantó de un salto sorprendida y el pánico estaba escrito en todo su rostro. ‘¿Por qué me lo quiere transferir?’.

Además, las acciones provenían de ofertas públicas iniciales, lo que era mucho más valioso que las acciones ordinarias.

¡Cómo podía soportarlo!

El anciano no pudo evitar reír cuando vio a Yvonne enloqueciendo. "Hija mía, no tengas miedo. Eres la nuera de la familia Lancaster, así que deberías tener algunas acciones de todos modos".

"Lo sé, pero esto es demasiado", dijo Yvonne.

Ella había escuchado antes de Sue que las nueras de la familia Lancaster recibirían una parte de las acciones donadas por los Lancaster, pero solo del uno al dos por ciento, o tal vez incluso solo una fracción de eso, pero nunca el 10%.

"Sí, esto es mucho, pero esta vez es diferente". El anciano bajó los párpados.

Yvonne se calmó y se preparó para escuchar lo que tenía que decir.

"Hija mía, en realidad, esas acciones no se te están dando a ti. En cambio, te las estoy transfiriendo para mantenerlas a salvo".

"¿Mantenerlas a salvo?". Yvonne estaba aún más confundida.

El anciano asintió levemente y dijo: "Sí, guárdalas para Henry. Él es el mejor de su generación en la familia, pero también es quien que más me preocupa. Tal vez sea por la pérdida de sus padres, desde que era un niño su personalidad se ha vuelto muy sensible y fría, y a veces también puede ser muy terco".

Cuando Yvonne escuchó esto, asintió.

También sentía que Henry podía ser demasiado terco a veces.

Sin embargo, todavía no entendía qué tenía que ver con la transferencia de acciones, pero el anciano rápidamente se lo explicó en detalle.

Resultó que al anciano le preocupaba que el personaje de Henry ofendería a muchas personas en el futuro. Una vez que esas personas se unieran para ir en su contra, no podría aguantarlos sin importar cuán fuerte fuera.

Por eso el anciano le dio el 10% del capital social para dejarle una contingencia.

Si algún día le quitaran el capital a Henry, todavía le quedaría el 10%. Con esas acciones, Henry aún podría tener la oportunidad de recuperarse.

El anciano era realmente muy sabio.

"Entiendo lo que quieres decir Abuelo, pero ¿no te preocupa que tome las acciones y no se las dé a Henry cuando tenga problemas en el futuro? ¿O qué pasa si me vuelvo codiciosa y vendo las acciones en secreto?". Yvonne miró al anciano con una expresión seria.

El anciano se rio y dijo: "Eres mi nieta. ¡Confío en ti!".

Su fe en ella derritió su corazón instantáneamente y apretó los puños con fuerza. "Abuelo, tú...".

"No llores, no he terminado todavía". El anciano no sabía si reír o llorar.

Yvonne sollozó: "Está bien, no lloraré. Continúa, Abuelo".

El anciano borró la bondad de su rostro y se puso serio: "Este 10% de las acciones iniciales fueron adquiridas en secreto de manos de los miembros de la junta directiva después de varios años a través de Frederick, por lo que esas personas no saben que todavía tengo acciones en mi mano. Ellos pensaron que todas mis acciones fueron entregadas a Henry".

"¿Henry lo sabe?". Preguntó Yvonne.

El anciano hizo un gesto con la mano. "Henry no lo sabe. Este siempre ha sido el plan de contingencia para él, así que no tengo la intención de decírselo. Los únicos que sabemos somos nosotros cuatro, así que hija mía, estas acciones te serán transferidas en secreto. No se lo digas a Henry a menos que sea necesario”.

Yvonne asintió y se tomó en serio sus palabras.

Sabía que sería el último recurso si Henry llegaba a tocar fondo y necesitaba una salida.

Cuando eso sucediera, ella podría decirle que todavía tenía las acciones que el abuelo le entregó en secreto.

"Abuelo, tengo otra pregunta". Yvonne levantó su pequeña mano.

Yvonne se sonrojó de vergüenza.

Posteriormente, habló con el abogado sobre algunos asuntos relacionados con las acciones de los que podría necesitar tomar nota. Finalmente se fue cuando el médico del anciano se acercó y les pidió que se fueran.

Después de dejar el hogar de ancianos, Yvonne no regresó a la villa de inmediato. En cambio, hizo un viaje al banco y abrió una caja fuerte allí para guardar su carta de transferencia de acciones.

Cuando terminó, estaba aturdida cuando regresó al coche con una expresión en blanco. Su corazón se sentía como si acabara de pasar por una montaña rusa.

¡En menos de un día, de repente se convirtió en multimillonaria!

"Señora". Sue la llamó.

Yvonne salió de su aturdimiento y preguntó: "¿Qué pasa?".

"Quería preguntarle cuál es el problema. No respondió a mis llamadas", Sue la miró con impotencia.

Yvonne se tocó la nuca con torpeza. "Estoy bien, solo me siento un poco ansiosa".

¿Cómo podría estar tranquila cuando de repente se volvió decenas de miles de millones más rica?

Por supuesto, ella no le diría a Sue todas estas cosas.

"¿Ansiosa? ¿Se siente enferma?". Sue preguntó con preocupación.

Yvonne agitó las manos. "No, no, estoy bien. Sue, ¿para qué me llamaste?". Ella cambió de tema.

Sue le dio unas palmaditas en la frente. "Míreme, casi lo olvido. Señora, su teléfono acaba de sonar".

"¿De verdad?". Yvonne sacó la lengua y sacó el teléfono de su bolso. Se sorprendió al ver el identificador de llamadas.

‘¿Es él?’.