Amor después del matrimonio romance Capítulo 33

Lynette dejó el té a un lado y no lo bebió. “¿No te has enterado todavía?”.

“¿Enterado de qué?". Yvonne la miró con recelo.

Lynette puso los ojos en blanco. “¡Las discusiones! ¿No has notado la extraña atmósfera en la empresa hoy? ¿No los escuchaste hablar de ti cuando viniste a trabajar esta mañana y cuando regresaste?”.

"Sí”. Yvonne asintió: "Pero no sé de qué están hablando".

Ella también se estaba preguntando eso.

Había recibido todo tipo de atención y escuchado todos los susurros a su alrededor desde la mañana, pero en realidad se prolongó hasta la tarde.

Incluso estaba empezando a preguntarse si alguien le habría pegado un papel en la espalda.

"¡Dios mío, realmente estás viviendo en tu propio mundo y eres ajena al mundo exterior!". Lynette quedó sorprendida.

“¿Crees que esto es lo que quiero? Estoy demasiado ocupada y no tengo tiempo para prestar atención a los demás”. Yvonne se tapó la cara con las manos. "Solo dime lo que he hecho para convertirme en el blanco de sus chismes".

“En realidad, no hiciste nada. Las empleadas de la empresa están molestas por el baile que compartiste con el Sr. Lancaster anoche”.

"¿Baile?".

"Sí, se pusieron celosas porque elegiste al Sr. Lancaster".

Yvonne frunció el ceño. "¿Pero por qué siento que en realidad se están burlando de mí?".

"¡Jajaja!". Lynette se echó a reír y rápidamente se tapó la boca.

"¿De qué te estás riendo?". Yvonne la fulminó con la mirada.

Lynette no pudo contenerse más. Se descubrió la boca y se echó a reír mientras golpeaba la mesa hasta que comenzó a llorar. "¡Nada, nada! De repente recordé cómo bailaron tú y el Sr. Lancaster. ¡Fue muy gracioso! Yvonne, ¿te diste cuenta de cuántas veces pisaste sus zapatos?”.

Yvonne sacudió la cabeza.

Ella realmente no lo sabía.

Pero recordaba haber pisado a Henry varias veces.

"¡Ocho veces!". Lynette le mostró los dedos. "¡Todas están celosas de que el Sr. Lancaster no te despidió a pesar de que le pisaste los dedos de los pies tantas veces!".

"¡¿Ocho veces?!". Yvonne estaba sorprendida y se mordió las uñas avergonzadas. "¿Tantas veces?"

"¡Sí! ¡Todavía tengo el video aquí!". Lynette sacó su teléfono, luego lo pulsó un par de veces antes de entregárselo a Yvonne.

La cara de Yvonne se puso roja después de ver el video completo.

¿Era realmente ella bailando con Henry en el video?

Bailaba tan mal que ni siquiera podía soportar mirarse a sí misma, y ​​mucho menos a otras personas.

A pesar de ser una pésima bailarina, Henry terminó de bailar con ella en lugar de abandonarla. Parecería que realmente tenía modales decentes.

"Ahora sabes por qué todo el mundo habla de ti, ¿verdad?". Lynette tomó su teléfono de regreso con una sonrisa.

Yvonne se cubrió la cara. "Debido a este video…”.

"¡Sí! Después de todo, no todos asistieron a la fiesta de bienvenida. Alguien subió el video de ti bailando con el Sr. Lancaster al gran grupo de mensajes de la compañía para que todos lo vieran y, naturalmente, comenzaron a hablar de ti".

"Pero no de una buena manera”.

Lynette se rio entre dientes: “Por eso dije que están celosos de ti por tu suerte y coraje. Si consiguiera al Sr. Lancaster, no creo que siquiera tuvieran las agallas para bailar con él”.

"No hablemos más de eso. Quiero un poco de paz”. Yvonne se recostó sobre la mesa como un globo desinflado.

"Bien, no hablaré más de esto. ¿Quieres cantar esta noche?”. Lynette cambió de tema.

Yvonne levantó la cabeza. "No puedo, mi esposo me dijo que tiene algo que discutir conmigo esta noche".

"Aww, la próxima vez entonces”. Lynette hizo un puchero ligeramente decepcionado, luego charló con ella un rato y se fue.

Después de tomarse un descanso, Yvonne se recuperó y siguió trabajando.

Sue estaba encantada con sus halagos. Ella sonrió tan ampliamente que sus ojos se arrugaron. "Señora, es tan dulce. No es de extrañar que le guste tanto al Amo”.

"El abuelo solo está siendo amable". Yvonne se reclinó perezosamente en la silla.

Aunque dijo eso, sabía muy bien que al abuelo de Henry solo le agradaba porque no se casaba con un miembro de la familia Lancaster por su dinero. Fue solo por esta razón que el Sr. Lancaster le permitió casarse con Henry para que pudiera dar a luz a la cuarta generación de la familia Lancaster.

Sin embargo, el anciano comenzaba a ponerse ansioso porque aún no tenía un bisnieto a pesar de sus tres años de matrimonio. Incluso les dio un ultimátum para que dieran a luz a un niño lo antes posible, o de lo contrario no se les permitiría entrar a su casa.

Ella también estaba muy preocupada. Henry no quería tener un hijo con ella y no podía tener un bebé por sí misma... Incluso estaba empezando a preguntarse si el anciano eventualmente haría que se divorciara de Henry.

Yvonne no pudo evitar parecer preocupada al pensar en eso. "Por cierto, Sue, ¿Henry ya regresó?".

"Aún no”. Sue sacudió la cabeza: "¿El señor regresará esta noche?".

"Dijo que lo haría". Yvonne masajeó su hombro adolorido.

"¿Por qué no le llama entonces, señora?". Sue sugirió mientras ordenaba la mesa del comedor.

Yvonne pensó por un momento y estuvo de acuerdo.

Henry solo le pidió que lo esperara y ella no sabía cuánto tiempo debía esperar.

Yvonne sacó su teléfono. Con el apoyo de Sue, llamó a Henry.

La llamada fue respondida rápidamente y ella se tensó. "¿A qué hora volverás, Henry?".

No fue Henry quien respondió a la llamada, sino una voz femenina desconocida. "¿Quién eres tú?", preguntó ella bruscamente.

Yvonne estaba atónita. Pensó que había llamado al número equivocado y rápidamente volvió a mirar la pantalla. Cuando vio que efectivamente era el número de Henry en la pantalla, se sorprendió de nuevo.

¿Qué estaba pasando?

¿Por qué una mujer contestaba su teléfono?