Amor después del matrimonio romance Capítulo 344

"Nada es imposible. Estoy diciendo la verdad. Henry es mi esposo. ¿Crees que te dejará ir después de que envenenaste a su Abuelo?". Yvonne miró a Lynette con frialdad.

Lynette no pudo soportar más la presión y cayó de rodillas. “Yvonne… Yvonne, por favor ayúdame. Te ruego que me ayudes. Sé que estoy equivocada. Realmente lo sé. No quiero ir a la cárcel. ¿Me puedes ayudar? Por favor, pide misericordia al Sr. Lancaster...".

“¿Cómo puedo suplicar por ti? Yo tampoco puedo ayudarte”, la interrumpió Yvonne inexpresivamente. “Si te ayudo, me convertiré en uno de los asesinos que envenenó a mi Abuelo. Ya cometiste un delito. En lugar de pensar en cómo compensarlo, estás tratando de alejarte. ¿Sigues siendo la Lynette que conozco?”.

"No estoy tratando de escapar de esto, pero realmente no puedo ir a la cárcel...". El cuerpo de Lynette se estremeció con sus sollozos.

Yvonne respiró hondo. "Sé que la principal razón por la que no quieres ir a la cárcel es por tus padres. Pero, ¿qué pensarán después de saber lo que has hecho?".

"¡No!". Lynette pareció sorprendida y se levantó de inmediato del suelo. "No puedes contárselo a mis padres. No puedo dejarles saber lo que hice. Si lo hacen, ya no me reconocerán como su hija".

“Pero no se puede obtener lo mejor de ambos mundos. No puedes escapar de la ley, y mucho menos de la venganza de la familia de Lancaster. Si te entregas, quizás el castigo sea más leve. Si mi esposo toma medidas, será más que ir a la cárcel", la persuadió amablemente Yvonne.

Lynette era muy terca y no quería escuchar a Yvonne. "De ninguna manera. Ella dijo que me ayudaría. Definitivamente me ayudará incluso si tú no lo haces".

"¿Jacqueline?". Yvonne entrecerró los ojos.

Lynette dejó de llorar. “Sí, hice esto por ella. Estamos unidas para bien o para mal. Ella nunca me abandonará. ¡Nunca!".

Yvonne se sintió triste por Lynette ya que confiaba tanto en Jacqueline. "¿Así que prefieres creer en Jacqueline que en mí?".

“Lo siento, Yvonne. No puedo confiar en ti. Quieres que vaya a la cárcel, pero yo no quiero. Solo puedo optar por creer en los demás”, dijo Lynette obstinadamente.

Yvonne suspiró profundamente: “Bueno, ya entiendo. Entonces deberías esperar que ella venga a salvarte. No estoy aquí solo para descubrir la verdad, sino también para persuadirte de que te arrepientas de tu pecado. Pero, ¿por qué tengo que despertar a alguien que finge estar dormida? Cuídate”.

Se dio la vuelta después de hablar y salió de la habitación sin mirar a Lynette.

Después de irse, Yvonne no era tan fuerte como parecía antes. Sus ojos se pusieron rojos y comenzó a llorar.

Smith le entregó un pañuelo. "¿Qué ocurre?".

Yvonne tomó el pañuelo para secarse las lágrimas y sonrió. Su sonrisa era tan fea como su rostro llorando. "No es nada. Ya no tengo amigos cercanos, así que no puedo evitar llorar. Lo siento, esto es demasiado vergonzoso".

"No te preocupes por eso". Smith sacudió la cabeza. "¿Qué más tienes después de esto?".

"Nada más", respondió Yvonne.

Smith asintió. "Vámonos entonces".

"Espera". Yvonne lo detuvo.

Smith se detuvo. "¿Sí?".

"Tengo que hacer una llamada". Yvonne sacó su teléfono y lo agitó.

Smith hizo un gesto de invitación.

Después de sonreír con gratitud, Yvonne encontró el número de teléfono de Elliot y lo marcó.

"¿Qué pasa?". Muy pronto, Elliot contestó la llamada con un bostezo. Su voz somnolienta se podía escuchar desde la llamada telefónica.

Después de mirar el número de la suite de Lynette, Yvonne respondió: "Elliot, ¿puedo pedirte un favor?".

"¿Ah?". Elliot parecía interesado al otro lado del teléfono. Levantó las cejas y dijo: “¡Qué sorpresa! De hecho, me estás pidiendo un favor. Dilo. ¿Cómo puedo ayudar?"

"Estoy en El Hotel Estelar en este momento. Espero que puedas enviar a dos personas para que vigilen una habitación por mí. No dejes que la persona de la habitación se escape o que se la lleven", dijo Yvonne con cara fría.

Ya que Lynette estaba esperando el rescate de Jacqueline, entonces Yvonne debería matar su esperanza.

Una vez que Lynette fuera rescatada, Henry la querría de por vida. Yvonne no podía imaginar cómo Henry torturaría a Lynette después de atraparla.

Entonces, para evitar que la vida de Lynette fuera miserable, Yvonne preferiría que Lynette fuera a la cárcel. Al menos, era una mejor opción que ser torturada.

"¿Vigilar una habitación?". Elliot se quedó estupefacto. "¿Quién está en la habitación?".

"No tienes que preocuparte por esto. Por favor, ayúdame esta vez”, suplicó Yvonne.