Amor después del matrimonio romance Capítulo 359

Yvonne no quería responderle en primer lugar, pero no pudo negarse después de ver la expresión severa de Henry.

Al ver esto, Elliot se acercó a ella con una sonrisa. "Parece que sientes curiosidad por saber de qué quieren hablar".

Yvonne puso los ojos en blanco y lo ignoró. Luego, se arrastró hacia Henry.

Elliot se rio suavemente después de ver su acción y la siguió.

Los dos se apoyaron en la pared del balcón, uno tras otro. Era un punto ciego, por lo que no tenían que preocuparse por ser vistos por otros. En cambio, pudieron ver claramente lo que estaban haciendo las personas fuera del balcón.

Elliot empujó con el codo a Yvonne, que estaba frente a él. Bajó la voz y dijo con orgullo: "¿Qué opinas del lugar que elegí?".

Yvonne se quedó sin habla. "Eso es suficiente. Cierra la boca ahora, están hablando".

Joe estaba de pie respetuosamente detrás de Henry fuera del balcón.

Henry miró a lo lejos y parecía tenso. "¿Jacqueline ha confesado?".

"No". Joe sacudió la cabeza.

Henry frunció el ceño ferozmente cuando escuchó eso. "¿No la torturaste?".

“Lo hice”, suspiró Joe: “pero ella se mantiene firme en su declaración anterior. Incluso dijo que si no crees que ambos durmieron juntos, deberías esperar dos meses por ella".

"¿Qué significa esto?". Henry no estaba seguro.

Pero Yvonne, que estaba escuchando a escondidas, entendió lo que significaba. Su dedo en la pared se apretó lentamente.

Dos meses…

¡Dos meses eran suficientes para comprobar si una mujer estaba embarazada o no!

¿Jacqueline quería estar embarazada de Henry?

Como esperaba, la respuesta de Joe confirmó su suposición.

"Lo que Jacqueline quiso decir es que si no cree que ambos tuvieron relaciones sexuales, lo creerán cuando esté embarazada después de dos meses", dijo Joe.

"¿Embarazada?". Las pupilas de Henry se encogieron instantáneamente.

Joe asintió. "Sí, esto es lo que dijo".

"¡Ella realmente tenía esto planeado!". Henry apretó los puños.

En la oscuridad, Yvonne ya no podía escucharlo. Estaba muy confundida, así que se dio la vuelta y se alejó.

Cuando Elliot vio que se había ido, sintió que no era bueno para él seguir escuchando a escondidas, así que la siguió.

Una vez que regresaron al lugar anterior, Elliot preguntó: "¿Por qué no continúas escuchándolos?".

"¿Cuál es el punto?". Yvonne bajó los párpados y respondió en voz baja.

Elliot se rió entre dientes: "Creo que cuando escuchaste que Jacqueline podría estar embarazada del hijo del Señor Lancaster, no pudiste aceptarlo, así que dejaste de escuchar".

Yvonne fue sorprendida con las manos en la masa. Ella frunció los labios. "¡Lo sabías y todavía me preguntas!".

"Jaja". Elliot se encogió de hombros. "¿Qué vas a hacer ahora?".

"¿Respecto a que?". Yvonne lo miró.

Elliot arqueó las cejas. "Sobre este asunto, por supuesto. El Señor Lancaster te está engañando y esa mujer puede estar embarazada de su hijo. ¿No te importa?".

Yvonne permaneció en silencio y no respondió.

¿No le importa?

¿Cómo podría no importarle? A ella le importaba mucho.

¿Pero qué podía hacer ella? ¿Llorar en voz alta?

"¿Por qué no hablas?". Preguntó Elliot de nuevo.

Yvonne se mordió el labio inferior. "No hay nada que decir. Ya sucedió. ¿Qué puedo hacer aunque me importe?".

"Eso es cierto, pero puedes divorciarte de él". Los ojos de Elliot brillaron de emoción.

Los ojos de Yvonne se congelaron. "¿Divorciarme?".

"Sí, te está engañando. ¿Aún quieres perdonarlo y seguir viviendo con él como si nada? ¿Y si algún día Jacqueline trae al hijo ilegítimo? ¿Vas a criar al niño de ella?”. Elliot se cruzó de brazos y la miró con interés.