Amor después del matrimonio romance Capítulo 398

¡Bum!

La puerta del baño se abrió de golpe y rebotó en la pared con tanta fuerza que incluso se sacudió un poco. También hizo un extraño chirrido, como si estuviera rota.

Sin embargo, a Yvonne no le importó eso. Corrió hacia el lavamanos y soltó la mano que le cubría la boca. Se inclinó y empezó a vomitar. Fue bastante aterrador, ya que parecía que iba a vomitar sus tripas.

Yvonne vomitó durante bastante tiempo y su estómago finalmente se sintió mejor. Ya no se sentía tan incómoda y gradualmente dejó de sentir náuseas.

Jadeaba pesadamente con los brazos apoyados a ambos lados del fregadero. Su rostro estaba pálido y estaba aturdida mientras miraba el lavamanos blanco.

No sabía por qué de repente sintió náuseas y comenzó a vomitar.

De hecho, no era tan grave como parecía. En realidad, no vomitó nada más que un poco de bilis.

Si no hubiera sabido que le era imposible quedar embarazada, habría pensado que esos eran signos de embarazo.

"¿Será que comí algo malo y por eso tengo náuseas?" Yvonne murmuró mientras se empujaba el cabello sudoroso de la cara detrás de las orejas. Luego abrió el grifo para enjuagarse la boca con agua para quitarse la acidez. Se secó las manos y finalmente salió del baño.

Estaba débil y en ese momento sus piernas también se sentían débiles. Tropezó de regreso a la habitación y se acostó en la cama antes de irse a dormir.

Ni siquiera escuchó sonar el teléfono cuando estaba dormida. Solo se despertó cuando alguien llamó a la puerta, al día siguiente.

"¿Sue?". Yvonne abrió la puerta y vio a la amable anciana parada afuera. Por un momento, pensó que estaba en un sueño. Después de frotarse los ojos, la anciana todavía estaba allí. De repente se dio cuenta de que en realidad era Sue y no su ilusión.

"Señora, buenos días". Sue llevaba un delantal y le sonrió.

Yvonne rápidamente le devolvió la sonrisa. "Buenos días, Sue. ¿Por qué estás aquí?".

"El señor me pidió que viniera a ayudarla a empacar su equipaje. La llamé con anticipación anoche, pero no respondió. Igualmente debía venir esta mañana", respondió Sue.

Yvonne se rascó la cabeza. "¿Llamada? No escuché ninguna llamada. Espera...".

Soltó el pomo de la puerta y se dio la vuelta para agarrar su teléfono en la mesita de noche. Lo abrió y, efectivamente, vio una llamada de emergencia y la hora indicada eran las nueve de la noche anterior.

No era de extrañar que no lo oyera, ya estaba dormida en ese momento.

"Lo siento Sue, no me di cuenta", dijo Yvonne avergonzada mientras sostenía el teléfono.

Sue agitó la mano con indiferencia. "Está bien. Le llamé solo para preguntarle a qué hora estaría hoy, para poder planificar cuándo venir".

"Ya veo". Yvonne asintió y luego preguntó: "Entonces, ¿cómo entraste?".

"El señor me dio la tarjeta llave", dijo Sue mientras sacaba una tarjeta llave blanca del bolsillo de su delantal y la agitaba.

Yvonne reconoció de un vistazo que era de Henry, y que en realidad la había duplicado sin el permiso de Elliot.

"¿Regresó a la villa anoche?", Yvonne preguntó de nuevo.

Sue respondió rápidamente: "Sí, el señor regresó tarde anoche. Cuando llegó, hizo una llamada telefónica y se quedó en la sala de estudio hasta el amanecer. Cuando finalmente salió, se cambió de ropa y se marchó apresuradamente sin desayunar".

"¿Por qué tenía tanta prisa?". Yvonne se sorprendió un poco. "¿Qué está pasando?".

"No estoy segura de eso". Sue sacudió la cabeza. "Pero cuando le traje un café al señor anoche, vi que estaba en una videollamada con el Segundo Joven Amo, y parecían estar hablando de arrestar a alguien".

"¿Arrestar?". El corazón de Yvonne latía rápido. "¿Podría ser Shaw?".

"No lo sé. No mencionaron a quién iban a arrestar, pero supongo que probablemente sea Shaw o el mald*to padre e hija de la familia Conrad". Sue se encogió de hombros.

Yvonne no pudo obtener una respuesta precisa, por lo que solo pudo intentar calmarse por el momento. De mala gana se tiró de la comisura de la boca y dijo: "Tienes razón, todavía tendremos que esperar a que Henry y Hayden confirmen de quién estaban hablando. De todos modos, ninguno de ellos podrá escapar".

"Eso es cierto, señora. Salgamos a desayunar primero y regresaremos a la villa después del desayuno". Sue arregló su ropa desordenada.

Yvonne asintió y se dirigió al baño.

Después del desayuno, Sue la ayudó a limpiar.

No tenía muchas cosas y solo hizo dos maletas. Una era grande y la otra pequeña. Después de que Luke llegó allí, llevó uno en cada mano y se fue.

Yvonne y Sue lo siguieron con las manos vacías. Subieron al coche y salieron del apartamento.