Amor después del matrimonio romance Capítulo 409

"No, solo quiero ver las noticias en Internet", respondió Yvonne mientras tomaba el teléfono y lo desbloqueaba. Cuando vio que tenía una llamada perdida, se sorprendió un poco.

"¿Qué pasa, señora?", preguntó Sue.

Yvonne tocó la llamada perdida. "Alguien llamó".

"¿Quién llamó? No escuché ninguna llamada".

"Un amigo. Mi teléfono estaba en silencio, por eso no lo escuchaste". Yvonne sonrió y devolvió la llamada.

El teléfono se conectó rápidamente y se escuchó una voz suave de hombre. "Señorita Frey".

“Señor Smith”, saludó Yvonne al hombre del otro lado de la llamada y se disculpó. “Lo siento mucho, señor Smith. No escuché su llamada. ¿Puedo preguntarle qué necesitaba?".

Sam sonrió al otro lado del teléfono. "No es nada. Solo quería preguntarle si recuerda nuestro acuerdo".

"¿Acuerdo?". Yvonne se sorprendió, pero lo recordó de inmediato. Ella golpeó ligeramente su cabeza. "Sí, lo recuerdo".

"Eso es bueno. Regresaré a Canadá", dijo Sam.

Yvonne se sorprendió. "¿Va a volver a Canadá? ¿Cuándo?".

"En cinco días", dijo Sam.

Yvonne se mordió el labio y pensó durante unos segundos. "¿Tan pronto?".

"Terminé mi trabajo en Vancouver y mi plan era irme en dos semanas, pero mi abuela ha estado enferma durante dos días, así que decidí regresar antes. ¿Podrá venir conmigo en cinco días, señorita Frey?", preguntó Sam.

"Cinco días...". Yvonne se mordió el dedo con nerviosismo.

Sam notó la vacilación en su tono y se rió entre dientes. No quería forzarla. "Bueno, puede pensar en ello durante los próximos cinco días y darme una respuesta una vez lo sepa".

"Está bien", respondió Yvonne con vergüenza.

Después de terminar la llamada, dejó su teléfono a un lado.

Sue le sirvió un vaso de agua. "Señora, ¿era el Señor Smith de la familia Smith?".

Yvonne tomó el vaso y asintió. "Era él".

"¿Por qué la llamó?". Sue tenía mucha curiosidad.

No pudo escuchar la llamada, pero cuando vio la vacilación de Yvonne, supo que algo sucedió.

Yvonne tragó saliva al sentirse en conflicto. "Quiere que me vaya al extranjero y le haga un favor".

"¿Ir al extranjero?". Sue estaba sorprendida. Dijo con una expresión seria: "El Señor no estará de acuerdo".

"Lo sé, pero le prometí a Sam que lo acompañaría desde el principio. Y me ha ayudado, así que no puedo negarme". Yvonne se rascó el cabello con agitación.

Sue la miró. "Entonces no hay nada que pueda hacer al respecto. El señor definitivamente no le dejará ir al extranjero sin él. Además, Sam es un hombre. Shaw ni siquiera ha sido capturado aún, así que si va al extranjero, él podría apuntar a usted. No importa cuán capaz sea el señor Henry, siempre habrá lugares a los que no pueda llegar si se va al extranjero".

"Lo sé, es por eso que estoy indecisa". Yvonne dejó el vaso de agua y se apoyó cansada en la almohada mientras miraba fijamente la televisión en la pared.

"Inicialmente, prometí irme al extranjero con Sam a principios del próximo mes. Para entonces, Henry ya debería haber resuelto todo, así que no tendría que preocuparme cuando fuera al extranjero. Sin embargo, nunca esperé que Sam regresara temprano, y justo cuando Henry está tratando de capturar a Shaw".

Fue precisamente por esta razón que dudó sobre ir con Sam.

Temía que pudieran pasar cosas como las que Sue había mencionado. Ella podría ser el objetivo de Shaw cuando estuviera en el extranjero, y eso le causaría problemas a Henry.

"No sé en qué está pensando el señor Smith. Creo que debería saber sobre la situación entre la familia Lancaster y la familia Taylor, pero aún así quiere que vaya al extranjero con él en momentos como este. Me pregunto si tiene algún motivo", se quejó Sue.

Yvonne sonrió. "Basta, Sue. No pienses demasiado en eso. Su abuela está enferma, por eso me pidió que fuera con él".

"¿Ir con quién?". La voz de Henry llegó de repente desde la puerta.

Era la primera vez que Yvonne estaba allí. Se paró frente a la villa y levantó un poco la cabeza mientras miraba el viejo lugar. No pudo apartar los ojos durante mucho tiempo.

No fue hasta que Henry habló que finalmente bajó la cabeza, lo que le hizo difícil ver la expresión de su rostro.

"¿Cuánto tiempo ha estado esta villa... aquí?", Yvonne preguntó con voz apagada.

Henry la miró y respondió: "Han pasado más de 20 años. Es una villa vieja".

"20 años...". Yvonne repitió el número en voz baja. Pronto, hubo ira en sus ojos. "En otras palabras, esta villa fue comprada por Dominic y... ¿su primera esposa?".

Cuando Henry escuchó esto, supo en qué estaba pensando y respondió: "Sí".

"¡Ja!". Yvonne se rió burlonamente mientras un repentino ataque de ira se acumulaba en su pecho y empezaba a respirar pesadamente. "Qué broma. Una casa que compró con su primera esposa, ¡pero terminó viviendo en ella con la otra mujer y su hija!".

¿Por qué?

¿Por qué Jacqueline y su madre le quitaron la casa a su madre biológica?

Debía vengarse de Dominic. ¡Ella debía!

"Está bien". Henry tomó la mano de Yvonne y la apretó suavemente. "No te enojes, es malo para el bebé".

"¿Cómo no puedo estar enojada?". Yvonne apretó los puños con fuerza y ​​sus manos temblaban por lo agitada que estaba. Ella apretó los dientes y dijo con amargura: "Henry, si fueras tú quien tuviera un padre que traicionó a tu madre, e incluso encontró a otra mujer y le permitió mudarse a tu casa con su hijo ilegítimo, ¿serías feliz?".

Los delgados labios de Henry estaban apretados con fuerza y ​​no respondió.

Yvonne le apartó la mano. "Mira, tu silencio lo ha explicado todo. Claramente también estarías enojado, así que ¿cómo puedo calmarme? Es obvio que todo lo que Jacqueline y su madre disfrutaron debió pertenecerme a mí y a mi madre biológica, pero como su madre era una destructora de hogares, mi madre murió en un accidente de coche y tuve que vivir con la familia Frey...".

Hablando de eso, levantó la cabeza e inhaló mientras contenía las lágrimas. "No voy a dejar pasar esto, Henry. ¡Simplemente no lo haré!".

"¿Qué es lo que quieres hacer?". Henry la miró profundamente.