Amor después del matrimonio romance Capítulo 41

“No hay nada de qué enfadarse". Yvonne sacó una silla y se sentó.

Shane sonrió con gran interés. "Cuñada, quieres decir...".

“Simplemente creo que no podré evitar que vea a quién realmente quiere ver. Dado que él no me va a escuchar de todos modos, entonces, ¿de qué sirve enojarse? Bien podría simplemente aceptarlo".

"Pero es posible que lo aceptes demasiado", Shane le sonrió divertido.

Yvonne extendió las manos. “¿Qué más puedo hacer además de aceptarlo? No puedo pelear por eso como una esposa enojada, ¿verdad?".

"¿Por qué no? Eres la verdadera esposa de Henry, así que no hay nada de malo en que luches por él".

Yvonne sacudió la cabeza. "No puedo hacer eso, es demasiado desagradable".

Lo más importante es que Henry nunca se pondría de su lado, incluso si ella peleaba por eso.

En todo caso, Henry le había prometido tener un hijo con ella. Mientras él no se divorciará de ella, siempre sería la Sra. Lancaster.

"Cuñada, eres realmente una persona sensata". La luz se reflejaba en las gafas de Shane, "¿Pero sabes por qué Henry está tan preocupado por Jacqueline?".

Yvonne miró sus dedos: "Sí".

"¿Lo sabes?". Shane arqueó las cejas levemente, luciendo realmente sorprendido ahora.

"Bueno, Sue ya me dijo que solían salir", Yvonne se obligó a sonreír.

Shane se subió las gafas, de repente ya no la entendía. "Como sabes que solían salir, estoy seguro de que puedes darte cuenta de que Henry aún no se ha olvidado por completo de ella. Aun así, ¿todavía estás dispuesta a donar tu médula ósea?".

"No soy tan buena como crees". Yvonne respiró hondo y habló con dificultad: “Tomé la decisión sabiendo que Henry todavía siente algo por Jacqueline, no porque quisiera salvarla. Es por Henry. Estoy segura de que estaría muy triste si Jacqueline se fuera".

Shane se sorprendió. "No quieres que Henry esté triste, así que tu...".

Shane se estremeció hasta la médula cuando vio a Yvonne bajo esta nueva luz. Ya no se burlaba de ella ni la tomaba a la ligera.

"Henry debería escuchar esas palabras", dijo con el pulgar y murmuró para sí mismo.

"¿Qué fue eso?". Yvonne no podía oírlo con claridad.

Shane le sonrió. Esta vez, su sonrisa fue mucho más sincera. "Nada. De repente me di cuenta de que eres completamente diferente de lo que imaginaba".

Siempre pensó que Yvonne era solo una mujer mezquina de una familia común que tuvo la suerte de ser elegida por el Amo Lancaster para casarse con Henry. Por lo tanto, siempre la había menospreciado. Solo la había llamado ‘cuñada’ por diversión.

Por lo que parece, tal vez la había juzgado mal desde el principio. Yvonne no era la que no merecía a Henry. Henry era quien no la merecía. Esto fue con toda sinceridad, que no tenía nada que ver con sus antecedentes familiares.

La sinceridad era extremadamente rara entre el círculo adinerado. ¡Shane podía ver que Yvonne realmente amaba a Henry!

"¿Cuál es la diferencia?". Yvonne miró a Shane con curiosidad.

Shane se sacó de sus propios pensamientos, luego puso un dedo frente a sus labios. "Todo. Bien, no hablemos más de esto. Te llevaré a tu sala para que puedas descansar primero".

Se puso de pie y caminó hacia la puerta.

Yvonne también se levantó rápidamente y lo siguió.

Shane llevó a Yvonne a una sala privada especial parecida a la de Jacqueline, excepto que no estaba en el mismo piso. Jacqueline estaba arriba y ella abajo.

“Una enfermera vendrá para informarte sobre la cirugía más tarde y te informará de los preparativos que deberás hacer. No te pongas nerviosa. Relájate”. Shane aconsejó a Yvonne por temor a que su estado de ánimo se viera afectado negativamente antes de la cirugía.

Yvonne lo escuchó con mucha atención y tomó nota de ello. "No te preocupes, sé qué hacer".

“Bien, ya puedes descansar. Estaré al otro lado ya que necesita más explicaciones de mi parte”. Shane señaló arriba.

Yvonne comprendió al instante que se refería a Jacqueline.

"Claro”, ella lo saludó con la mano y se puso a un lado de la puerta para que Shane pudiera salir.

"¿Qué quieres decir?". Jacqueline miró a Shane confundida, incapaz de deshacerse de la sensación de que sus palabras tenían más significado que lo que escuchaba.

"Lo que quiero decir es…".

"¡Shane!". El rostro de Henry se oscureció mientras reprendía a Shane. "¡Cállate!".

Shane alzó sus manos: "Bien, me callaré. No diré nada más".

Después de decir eso, apretó los labios y no habló más.

Jacqueline se puso aún más curiosa cuando vio a los dos hombres actuando de manera extraña. No podía dejar de pensar que le estaban ocultando algo.

Ella solo lo decía por cortesía y realmente no quería conocer a su donante.

Pero ahora quería conocer a Yvonne Frey de verdad.

"Henry, déjame conocerla". Jacqueline agarró el brazo de Henry y lo sacudió. "¿Por favor?".

"¿No puedes conocerla en otra ocasión?". Henry apretó los labios.

Jacqueline sacudió la cabeza: “No, quiero conocerla ahora. Ella me salvó, así que quiero agradecerle personalmente. Si no me dejas conocerla, no me operaré".

"¡No bromees sobre eso!". Henry la miró con el ceño fruncido.

Jacqueline resopló indignada: “¡No estoy bromeando! Solo quiero conocer a mi salvadora, pero no me dejas verla. ¿Hay algo entre ella y tú que no quieres que sepa?".

Ella le entrecerró los ojos.

Henry sintió un apretón en su corazón, pero mantuvo la expresión severa en su rostro. Sin embargo, sus ojos se volvieron más oscuros. "No".

"Entonces, ¿por qué me estás impidiendo conocerla?".