Amor después del matrimonio romance Capítulo 422

Shaw apartó el bastón de su rostro y dijo: "Chica, esta no es la pregunta que debes hacer. Dale un conjunto de ropa".

Pronto, le entregaron un juego de ropa limpia.

Shaw le pidió al guardaespaldas que desatara a Yvonne.

Después de aflojar las cuerdas, Yvonne se puso de pie agarrándose al pilar detrás de ella y estiró las manos y los pies antes de quitarle la ropa al guardaespaldas.

Tenía mucho frío y definitivamente se resfriaría si se quedaba así más tiempo.

Las consecuencias de resfriarse podrían ser un aborto espontáneo, y obviamente no quería eso, así que estaba ansiosa por cambiarse de ropa.

Además, a juzgar por las palabras que escuchó que Shaw le decía a Henry, fue Henry quien luchó por un conjunto limpio de ropa para ella, así que no podía dejar que su esfuerzo fuera en vano.

“Vamos. Esperaremos la llegada de Lancaster”. Shaw controló la silla de ruedas y se dio vuelta hacia la puerta del almacén.

Los cuatro guardaespaldas lo siguieron.

Solo Yvonne y Jacqueline se quedaron en el almacén.

Yvonne sostuvo su ropa mientras iba a ver cómo estaba Jacqueline.

Su cabeza estaba inclinada y apoyada contra el pilar, con los ojos cerrados. Parecía haber perdido el conocimiento.

Probablemente quedó inconsciente. No era de extrañar que no se hubiera movido antes.

Yvonne dejó de prestar demasiada atención a Jacqueline y miró hacia otro lado, antes de caminar hacia un lugar limpio donde comenzó a cambiarse de ropa.

Después de cambiarse de ropa, su temperatura corporal volvió gradualmente a la normalidad. Ya no se sentía tan fría y su cuerpo tenso se relajó lentamente.

Después, se sentó y descansó.

Después de descansar durante aproximadamente media hora, Jacqueline murmuró y se despertó.

Abrió los ojos e inmediatamente comenzó a maldecir. Luego se dio vuelta para mirar el pilar a su lado.

Cuando vio que no había nadie allí, entró en pánico. "¿Dónde está ella?".

¿Por qué se había ido Yvonne?

¿Podría ser que Yvonne fue rescatada después de desmayarse?

Mientras Jacqueline pensaba en eso, entró en pánico y sus ojos se pusieron rojos.

Si Yvonne fue realmente rescatada, ¿qué haría?

¿Por qué Henry no la salvó?

"¡Ahhhhhhhhhhh!".

Yvonne se preocupó por el sonido de sus gritos, por lo que le gritó de vuelta con impaciencia: "¿Puedes callarte?".

"¿Yvonne?". Jacqueline escuchó la voz familiar y sus gritos se detuvieron abruptamente mientras la miraba con incredulidad.

Cuando vio a Yvonne sentada en la oscuridad, sonrió y ya no sintió miedo. Era la primera vez que se sentía feliz por la presencia de Yvonne.

‘Genial, Yvonne todavía está aquí y aún no ha sido rescatada’.

En otras palabras, Henry aún no había llegado.

¡Entonces ella todavía podría ser salvada!

"¿De qué te ríes?". Yvonne no pudo evitar sentirse un poco extraña cuando vio a Jacqueline sonriéndole con entusiasmo.

Era como si ella fuera una presa que había sido blanco de ella.

“¿Tienes algún problema con eso?”. Después de confirmar que Yvonne todavía estaba allí, Jacqueline se calmó y volvió a su habitual mirada desagradable.

Yvonne no sabía de dónde venía su desagradable confianza, pero tampoco le importaba, así que apartó la mirada.

En ese momento, Jacqueline descubrió que algo andaba mal y miró a Yvonne con los ojos muy abiertos. "¿Dónde está tu cuerda? ¿Cómo la desataste? ¿Y de dónde sacaste esa ropa?".

Yvonne escuchó y respondió con indiferencia: "¿Tiene algo que ver contigo?".

"¿Por qué?". Jacqueline sintió que era extremadamente injusto, por lo que gritó con lágrimas en los ojos. "¿Por qué te dieron ropa y desataron tu cuerda, pero yo no tengo nada y todavía estoy atada aquí?".

Los dos guardaespaldas no respondieron y la capturaron como Yvonne.

"¡Cállate y síguenos!".

Los cuatro guardaespaldas escoltaron a Yvonne y Jacqueline fuera del almacén. Caminaron hacia filas y filas de contenedores abandonados.

En el camino, Jacqueline siguió pidiéndoles a los cuatro que averiguaran a dónde la llevaban.

Yvonne bajó la cabeza y no dijo nada.

Porque sabía muy bien que, si hacía preguntas como Jacqueline, no obtendría la respuesta de todos modos. Era mejor para ella reservar su energía y correr cuando tuviera la oportunidad.

Llevaban bastante tiempo caminando y los cuatro guardaespaldas finalmente se detuvieron.

Yvonne levantó la cabeza y miró el entorno circundante. Se dio cuenta de que los llevaron a un paso elevado oxidado, que tenía un lago detrás.

El lago era enorme y la corriente era rápida. Mientras Yvonne estaba allí, podía escuchar el agua chocando debajo de ellos, lo cual era aterrador.

"¿Por qué nos trajeron aquí?". Yvonne tragó saliva y finalmente hizo una pregunta.

Jacqueline rápidamente estuvo de acuerdo. "Sí, ¿qué están tratando de hacer? ¡Les advierto, no se metan conmigo o Henry no los dejará ir!".

Los cuatro guardaespaldas parecieron no escuchar la pregunta de Yvonne y la advertencia de Jacqueline en absoluto. Les quitaron la cuerda de la cintura y las volvieron a atar.

Una vez que terminaron, uno de los guardaespaldas dijo: "Baja el gancho".

¿Gancho?

¿Qué gancho?

Yvonne miró ansiosamente al guardaespaldas que respondió.

El guardaespaldas caminó hacia una válvula de compuerta en el lado derecho del paso elevado y se detuvo. Luego extendió la mano para levantar la válvula de compuerta hacia arriba.

Siguiendo sus movimientos, Yvonne escuchó el sonido del metal moviéndose sobre su cabeza.

Cuando miró hacia arriba, su rostro cambió repentinamente y su sangre se enfrió.