Amor después del matrimonio romance Capítulo 481

Yvonne sacudió la cabeza. “No, mi asistente vendrá a recogerme. ¡Nos vemos!".

Después de eso, se quitó el uniforme de enfermera y la máscara.

Mientras pensaba dónde colocar las cosas, Shane se acercó para ayudar. "Dámelo, yo me encargo".

Yvonne asintió levemente y le entregó la ropa que tenía en la mano. "Muchas gracias".

Luego, hizo un gesto con la mano y caminó hacia el ascensor.

Pronto, llegó a la entrada del hospital.

Yvonne se paró frente a la entrada y miró a su alrededor. Cuando vio un Maserati negro estacionado al lado de la carretera no muy lejos, la comisura de su boca se contrajo. Luego, sacó un par de gafas de sol de su bolso, se las puso y caminó hacia el Maserati.

Cuando llegó al Maserati, una mujer vestida con un traje profesional salió del coche y saludó a Yvonne con respeto: "Buenos días, Señorita Smith".

Yvonne le devolvió la sonrisa. "¡Buenos días!".

Esta era su asistente, Lisa.

Lisa abrió la puerta del asiento trasero para Yvonne. "Señorita Smith, por favor".

Yvonne asintió y subió al coche.

Lisa cerró la puerta, rodeó la parte delantera del coche, abrió la puerta del pasajero y entró.

Lisa le dijo al conductor: "¡Vamos, David!".

David respondió y puso en marcha el coche.

Yvonne tomó su teléfono móvil y preguntó: "¿Cuál es mi itinerario hoy además del Grupo Lancaster?".

“¡Espere un minuto, Señorita Smith!”. Lisa rápidamente sacó un cuaderno de su bolso, lo abrió e informó su itinerario paso por paso.

Después de escuchar, Yvonne reflexionó un rato. “Tacha la cita para el almuerzo con el Señor Wesley. Su empresa está endeudada ahora y no se puede salvar, por lo que no hay necesidad de tratar con él. En el futuro, elimina citas como esta directamente. Nuestra empresa no es el alivio de la pobreza; no todos los Tom, Dick y Harry pueden acercarse a nosotros".

"Entendido, Señorita Smith". Lisa asintió, luego sacó su marcador y comenzó a tachar cosas.

Yvonne miró su teléfono móvil y ordenó sin levantar la cabeza: "No hay nada más. Informa al Grupo Lancaster que estamos en camino ahora".

Lisa respondió de nuevo, sacó su teléfono móvil y se puso en contacto con el Grupo Lancaster.

El Grupo Lancaster estaba en una reunión.

La reunión estaba a mitad de camino cuando Joe recibió la llamada.

Miró a Henry, luego salió silenciosamente de la sala de reuniones con su permiso.

Después de un rato, regresó luego de contestar el teléfono. Caminó hacia Henry y le susurró: “Señor Lancaster, es de Fuente de Energía Smith".

"¿Fuente de energía?". Henry arqueó las cejas.

Joe explicó en detalle: “Sí, es una empresa subsidiaria de la familia Smith fundada en Vancouver hace unos meses. Su equipo de investigación ha desarrollado nueva energía que se puede utilizar en coches para reducir la contaminación del aire y el país ha reconocido esta energía”.

"Lo recuerdo. Se acercaron a nuestro grupo, ¿no es así?", Henry preguntó después de pensar por un momento.

Joe asintió. “Sí, tomaron la iniciativa de acercarse a nosotros el mes pasado y esperaban cooperar con nosotros, pero era su día conmemorativo en ese momento. Nos dejó este asunto a mí y al Jefe del Departamento de Investigación, el Señor Carter. Tanto él como yo decidimos discutir la cooperación hoy y ya están en camino".

Henry susurró: "Subsidiaria de la familia Smith...". No pudo evitar pensar en la mujer que vio la noche anterior.

Esa mujer era de la familia Smith.

"¿Quién está a cargo de esta empresa de energía?", Henry preguntó mientras entrecerraba los ojos.

Joe pensó un rato. "Es la segunda dama de la familia Smith".

Henry lo miró. "¿Shannon Smith?".

Joe inclinó sus gafas. “Sí, y la llamada telefónica anterior fue de su asistente. ¡Dijo que la Señorita Smith vendrá a hablar sobre la cooperación esta vez!".

"Ella también vendrá". Los ojos de Henry brillaron y movió suavemente los dedos sobre la mesa.

Después de unos segundos, frunció los delgados labios. "Dígale al Señor Carter que seré el anfitrión de la reunión para esta cooperación".

"¿Eh?". Joe se sorprendió. “¿Quiere discutirlo en persona? Pero no dijo...".

"¡Así es!". Henry lo interrumpió con un gesto de la mano. “Ve y arregla eso”.

"¡Sí!". Aunque no sabía por qué el Señor Lancaster cambió de opinión de repente, Joe no preguntó más y siguió su orden.