Amor después del matrimonio romance Capítulo 534

Theo, naturalmente, no respondió, pero extendió su manita y agarró el bocadillo que ya había mordido de la mano de Yvonne.

La expresión de Yvonne se suavizó.

Sabía que la reacción de Theo era su respuesta.

Si no tuviese buen sabor, Theo nunca le quitaría el bocadillo y sus ojos tampoco brillarían.

"Parece que te gusta mucho, Theo. La próxima vez que veas a la abuela Sue, puedes agradecerle". Yvonne tocó la cabeza de Theo.

Theo asintió mientras comía e Yvonne se preguntó si realmente estaba escuchando.

Yvonne se levantó y volvió a poner los bocadillos restantes en la bolsa. Luego tomó la mano de Theo y caminaron juntos hasta el sofá, donde comió más bocadillos y jugaron rompecabezas.

Por la noche, Shane se acercó y vio los bocadillos sin terminar en la mesa de café.

"Yvonne, esto se ve bien, ¿dónde los compraste?", le preguntó a Yvonne que estaba mirando su teléfono mientras tomaba un bocadillo con forma de tigre.

Yvonne le respondió sin levantar la cabeza: "No lo compré. Sue me los dio".

"¿Sue?". Shane la miró asombrado e inmediatamente dejó de masticar. "¿Viste a Sue?".

"Si". Yvonne asintió.

"¿Dónde la viste? ¿Fue en el hospital?", Shane preguntó apresuradamente.

Elliot estuvo en el hospital, durante seis años, y Sue iba a visitarlo cada dos días.

"No". Yvonne finalmente apartó la mirada de su teléfono. "Vi a Sue en la villa de Henry".

"¿Fuiste a la casa de Henry? ¿Qué estabas haciendo allí?". Shane se puso serio.

Yvonne pulsó su teléfono. "Quería ver a Sue. Inventé una excusa para ir".

"¿Sue te reconoció?".

"Sí, Sue me reconoció cuando me vio. No importa cuántas veces le dije que estaba equivocada, se mantuvo firme en que era Yvonne. Incluso Henry le dijo que yo no era Yvonne, pero ella no lo creyó”.

Para ser honesto, cuando Sue insistió en que era Yvonne, se emocionó mucho.

Sue la vio y supo que era ella. Era algo que mucha gente no podía hacer.

Joe y Jacqueline no sufrieron pérdida de memoria, pero ambos creían que ella no era Yvonne. Sue era la única que sabía con certeza que ella era Yvonne. Demostró que ocupaba una posición muy importante en el corazón de Sue.

"¿Qué hiciste? ¿Lo admitiste?". Shane miró a Yvonne de cerca.

Yvonne no quería mentirle, así que asintió.

"Yvonne, ¿no puedes ser tan descuidada?". Shane se tocó la frente, angustiado.

Yvonne sonrió. "No tengo elección. Sue siguió insistiendo e incluso me puso trampas, obligándome a admitirlo. Al principio, también me pregunté si había tomado la decisión equivocada al hacerlo. Sin embargo, me sentí aliviada después de eso. Creo que Sue ayudará a mantener mi secreto y no le dirá a nadie sobre mi identidad”.

"Eso espero", suspiró Shane.

Yvonne dejó su teléfono celular y le sirvió una taza de café. "Ahí está. Sé que estás preocupado por mí, pero sé que Sue no me defraudará".

"Bueno, ¿qué más puedo decir?". Shane tomó un sorbo de café.

El café era negro y tenía un sabor extremadamente amargo.

Pero debido a que ella misma hizo el café, todavía le sabía dulce, sin importar lo amargo que fuera.

"¿Dónde está Theo? ¿También le hablaste de él? Por las formas de esos bocadillos, probablemente son para niños. Sue se las hizo a Theo, ¿no es así?", Shane preguntó después de dar otro sorbo a su café.

Yvonne se estiró. "Tienes razón. Le hablé de Theo, pero no mencioné su condición. Por cierto, vi a la hija de Jacqueline".

"¿Qué te pareció?". Shane estaba intrigado.

Yvonne puso los ojos en blanco. "Fatal. Jacqueline ha arruinado a esa niña. Su personalidad probablemente no vaya a cambiar mucho a este punto. No tendrá una buena vida en el futuro".

¡Yvonne casi podía ver el futuro entero de la niña!

"Te ayudo. Pedí bastante, no podrás traerla sola". Shane también se levantó y la siguió.

Estaba dispuesto a ayudar a compartir la carga, por lo que Yvonne, no tuvo objeciones.

Después de la cena, Shane jugó con Theo un rato. Cuando se hizo tarde, se despidió y se fue.

No mucho después de que se fue, Yvonne llevó a Theo de regreso a su habitación para bañarse y descansar.

Al día siguiente, Yvonne se despertó como de costumbre.

Después de despertarse, miró la hora y eran casi las nueve.

Bostezó y salió de la habitación. Fue a la habitación contigua para ver si Theo estaba despierto.

Abrió la puerta, pero no entró. Se asomó y vio que Theo aún dormía. Ella no quería despertarlo, así que cerró la puerta sin hacer ruido y fue al baño a cepillarse los dientes y lavarse la cara.

Cuando terminó, pidió el desayuno. Mientras esperaba, tomó el control remoto de la mesa de café y encendió la televisión, buscando algo que ver.

Mientras pasaba por los canales, de repente vio a Jacqueline. Se detuvo, dejó el control remoto y miró la pantalla del televisor con seriedad.

En la pantalla, Jacqueline parecía una loca. Estaba retenida por dos personas que vestían uniformes de la corte, y le gritaba a un grupo de personas que también vestían uniformes de la corte.

Yvonne escuchó con atención lo que decía: "No puedes poner eso".

Solo entonces Yvonne se dio cuenta de que esas personas tenían pancartas en sus manos, y el edificio frente a ellos era la academia de ballet de Jacqueline.

En otras palabras, ¡la corte se estaba apoderando de la academia de ballet de Jacqueline!

Efectivamente, un periodista comenzó a explicar la situación en el lugar. Debido a la evasión fiscal de Jacqueline, el tribunal dictaminó que tomarían posesión de la academia. Los padres que habían registrado a sus hijos naturalmente exigieron un reembolso, pero como directora, Jacqueline no tenía dinero para reembolsarlos. Por lo tanto, la corte pondría la academia en subasta y las ganancias de la subasta se usarían para reembolsar a los padres.

"Ya veo". El rostro de Yvonne estaba frío y comenzó a reflexionar.

"¿Jacqueline no tiene el dinero para reembolsarles la matrícula a todos los padres? ¿Acaso no se quedó con todas las propiedades de Dominic? ¿Ya se lo había gastado todo?”.