Amor después del matrimonio romance Capítulo 582

Yvonne dijo emocionada: “Sí, pero solo le gustan los libros de cuentos. Si son libros académicos, no le gustará. Es solo un niño de cinco años. Oh, por cierto, ¿sabes que Theo probó su coeficiente intelectual una vez y obtuvo 180?".

Henry también se sorprendió.

¡Ciento ochenta!

Indudablemente, se trataba de un número muy elevado. Una persona con un coeficiente intelectual de 120 podría llamarse un genio, pero Theo tenía un coeficiente intelectual de 180.

Henry no pudo evitar sentirse orgulloso de saber que su hijo era un niño con un coeficiente intelectual tan alto.

Aunque algo le pareció sospechoso y entrecerró los ojos. “Conoces muy bien a Theo”.

Las pupilas de Yvonne temblaron y luego volvió a sus sentidos. "Claro. Soy muy cercana a Shane, así que a menudo hablamos de Theo. Por eso sé mucho acerca de él, es un niño muy inteligente".

"¿De verdad?". Esta explicación fue razonable. Henry no continuó y dejó de lado sus dudas.

Le agradeció a Yvonne, “Ya veo. Los llevaré entonces. Gracias".

Yvonne sonrió. "De nada. Si tienes alguna pregunta, puedes llamarme en cualquier momento".

No quería ser egoísta con lo relacionado a Theo.

Henry era el padre biológico y tenía derecho a saber estas cosas.

Además, era normal que le comprara regalos. Si quería comprar algo, ¿por qué no ayudarlo a elegir lo mejor para Theo?

"Está bien". Henry asintió suavemente.

Cuando colgó el teléfono, ya no le preocupaba qué comprar. Tomó algunos de los cubos de Rubik y libros de cuentos más caros, los puso en el carrito y fue al cajero a pagar.

Después de cancelar la cuenta, regresó al hotel y se dirigió directamente a la Suite Presidencial 301.

Cuando llegó a la puerta, miró la hora. Faltaban veinte minutos para las cuatro. Era casi la hora, así que tocó el timbre.

Clic.

La puerta se abrió.

Una cara familiar para Henry se asomó desde el interior y dijo: "Oh, estás aquí".

Henry miró al hombre con sus delgados labios fruncidos. "¿Cómo puedes ser tú?".

Tenía sentimientos encontrados sobre Shane.

Solían ser amigos, pero se separaron hace seis años.

Aunque su amistad había mejorado un poco, seguía muy molesto con Shane. No le gustó que conociera a Shannon y a Theo antes que él.

"¿Quién más sería?". Shane fingió no darse cuenta de su mirada. Abrió la puerta por completo y dijo con una sonrisa: "Soy el padrino de Theo. Por supuesto, estaría aquí. Después de todo, aparte de su madre, la persona más cercana a él en Canadá soy yo. Si has venido a verlo, tengo que vigilarlos. Entra".

Henry le dirigió una mirada fría y entró en la suite.

El estado de ánimo de Henry cambió, ya no estaba tan relajado como cuando llegó.

¿Fue porque finalmente vería a Theo?

Mientras pensaba, Shane preguntó: "¿Esto es para Theo?".

Shane miró las bolsas en la mano de Henry.

Henry no se molestó en responderle. Inmediatamente dejó las bolsas y luego miró alrededor.

Shane no sabía lo que estaba buscando. Dijo lentamente: “Deja de mirar a tu alrededor. Theo está en la habitación".

Henry finalmente respondió: "¿Qué habitación?".

Shane caminó tranquilamente hacia las bolsas que acababa de dejar. Mientras desempacaba, dijo: "No te preocupes. Déjame ver qué compraste para Theo primero. Él no es como otros niños. Es posible que no le guste lo que compraste".

Henry dijo con voz firme: "Compré todo lo que le gusta a Theo".

Porque no se trataba de cualquier persona. Theo representaba una responsabilidad, que le pertenecía a él, Henry Lancaster.

Theo, que estaba en la cama, no respondió ni abrió los ojos.

Henry no se decepcionó. Miró hacia abajo en silencio y volvió a decir: "Theo, soy papá".

No sabía si sus palabras tendrían algún efecto, las pestañas de Theo temblaron. Abrió lentamente los ojos bajo la intensa mirada de Henry.

Theo había heredado sus ojos por completo. Eran ojos de fénix extremadamente hermosos con pupilas de color marrón claro.

Eran realmente atractivos y brillantes.

Sin embargo, la mirada de Theo estaba apagada.

No parecían los ojos de un niño de cinco años.

"Theo, papá está aquí. ¿Puedes oír mi voz?". Henry extendió la mano y tomó suavemente su manita.

Theo parpadeó y lo miró fijamente.

En ese momento, Henry no pudo contenerse más. Perdió su frialdad habitual. Como un padre, abrazó a Theo con fuerza.

Fuera de la habitación, Shane los vigilaba desde la pantalla del teléfono móvil y suspiró emocionado: "La sangre es de hecho el lazo más maravilloso del mundo".

Theo abrió los ojos tan pronto como escuchó la voz de Henry.

Henry dejó su actitud habitual de indiferencia y expresó su amor paternal.

Parecía que esta vez hicieron lo correcto.

Pensando en esto, Shane marcó el número de Yvonne. "Yvonne, es cierto que Theo responde a Henry ahora".

"¿Me estás hablando en serio?". Yvonne se puso de pie emocionada al otro lado del teléfono.