Amor después del matrimonio romance Capítulo 601

Cuando Yvonne pensó en ello, enseguida descartó la idea.

Acaba de rechazarlo delante de tanta gente y lo había avergonzado. ¿Por qué iba a preocuparse por su seguridad?

Sería una bendición si no la odiara.

Yvonne cerró sus ojos cuando pensó en esto. "Señor Lancaster, usted debería regresar. Me iré ahora".

Después de decir eso, abrió la puerta del coche y subió.

Sin embargo, Henry no regresó. En su lugar, caminó alrededor de la parte delantera del coche y abrió la puerta del asiento del pasajero antes de entrar.

Cuando Yvonne vio esto, se sorprendió. "Señor Lancaster, ¿qué está haciendo?".

"Te están atacando, así que me preocuparé si vuelves sola. Te acompañaré", respondió Henry ligeramente mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.

Los labios de Yvonne se movieron. "Señor Lancaster, usted sabe que soy un objetivo, así que ¿no tiene miedo de verse arrastrado en ello también?".

"Solo tengo miedo de que te pase algo". Henry la miró a los ojos.

Sus ojos estaban serios. Le preocupaba de verdad que pudiera pasarle algo.

Las pupilas de Yvonne temblaron. "¿Por qué?".

"¿No lo sabes? Te amo", dijo Henry despreocupadamente.

Yvonne bajó un poco los párpados. "¿Te amo? Qué cosa tan ridícula".

"¿No me crees?". Henry frunció el ceño.

Yvonne se rio y dijo: "¿Por qué debería creerte? Precisamente por creer en el amor acabé así hace muchos años. Si no fuera por la persona que me salvó, habría muerto en aquel incendio. Es ridículo que el hombre que me decía que me amaba no tenga ni idea de lo que sufrí".

Cuando Henry escuchó su resentimiento, se sintió muy incómodo. Incluso sintió un fuerte sentimiento de culpa.

"Ese hombre... ¿Quién era?", preguntó Henry nervioso.

Yvonne levantó un poco la cabeza e inhaló: "¿Tiene esto algo que ver con usted, Señor Lancaster?".

"Quiero saber de tu pasado", dijo Henry.

Yvonne se burló en voz baja: "¿Qué puedes hacer al respecto? ¿Puedes arreglarlo por mí?".

"Si quieres, por supuesto que...".

"Olvídalo. No quiero, y nunca podrás compensarme". Yvonne miró al frente sin ninguna expresión en su rostro.

Su corazón estaba lleno de cicatrices, ¿cómo podría compensarla?

"Señor Lancaster, salga del coche". Yvonne le ordenó.

Henry se quedó sentado. "Te he dicho que te llevaré de vuelta".

"¡No te necesito!". Yvonne se giró para mirarlo con los ojos llenos de determinación.

Henry se mostró inflexible. "Es asunto tuyo si lo necesitas o no y es mío decidir si quiero llevarte o no. Arranca el coche".

Yvonne se rio de su comportamiento: "Señor Lancaster, ¿por qué hace esto? ¿Por qué necesita llevarme? ¿No me odia?".

"¿Qué quieres decir?". Henry frunció el ceño.

Yvonne señaló por la ventana. "Quiero decir que te he rechazado delante de mucha gente y te he humillado. ¿No me odias?".

Henry levantó sus cejas. "Si te refieres a eso, no te odio en absoluto. No soy de mente tan cerrada. Estás en tu derecho de aceptarme o rechazarme".

Yvonne se sorprendió al escuchar eso. "¿De verdad no me odias?".

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