Amor después del matrimonio romance Capítulo 609

Henry seguía sin responderle. Levantó su pie y lo puso en su regazo para cambiarle los tacones rojos y ponerle los tacones blancos que traía.

Yvonne se dio cuenta de que le estaba cambiando los zapatos.

"Tú...".

"Así debería ser". Su mirada se posó en el zapato que había cambiado. Era obvio lo que quería.

La cara de Yvonne se sonrojó y evitó su mirada. "No es necesario, lo haré yo misma".

Extendió la mano mientras él le pasaba el otro zapato.

Sin embargo, Henry no entendió. Siguió mirando su pie izquierdo.

Yvonne sabía que él quería hacerlo por ella, así que golpeó el volante con enojo. "Dije que puedo hacerlo yo misma. No necesito que lo hagas".

"Pero quiero cambiarlo por ti", respondió Henry.

Yvonne dijo: "No estoy acostumbrada a esto".

"Está bien, te acostumbrarás”, insistió Henry.

Yvonne no supo qué más hacer, él simplemente no se rendiría. Entonces, cerró los ojos, se desabrochó el cinturón de seguridad y estiró el pie izquierdo mientras ordenaba: "¡Apúrate!".

Cuando Henry vio lo renuente que estaba ella, su boca se torció y no dijo nada mientras gentilmente le cambiaba los zapatos.

Al terminar, Yvonne intentó acomodarse de vuelta en su silla.

Sin embargo, Henry de repente presionó su pierna para evitar que se moviera.

Yvonne se sorprendió. "¿Qué estás haciendo?".

Henry sonrió y se desabrochó el cinturón de seguridad para rodearle la cintura con los brazos y levantarla del asiento del conductor.

Yvonne exclamó: "Henry, ¿qué estás haciendo?",

"No puedes conducir con tacones altos, así que yo conduciré", le respondió Henry.

Al decir eso, cambiaron de posición.

Yvonne estaba furiosa.

¿Acaso se estaba aprovechando de ella al cambiar sus posiciones de esa manera?

"Quédate quieta, voy a arrancar el coche". Henry se abrochó el cinturón de seguridad y le recordó a Yvonne que hiciera lo mismo, al verla de mal humor.

Yvonne lo miró, insatisfecha. Luego se abrochó el cinturón de seguridad y exageró sus movimientos mientras lo hacía.

Cuando Henry se aseguró de que ella estaba abrochada, arrancó el coche.

En el camino, Henry intentaba entablar conversación de vez en cuando, pero Yvonne lo ignoró y siguió mirando por la ventana.

Henry sabía que lo hacía a propósito porque estaba enojada con él. Sonrió porque eso no le molestaba.

Finalmente, llegaron a la residencia de la familia Lancaster.

Después de estacionarse, Yvonne abrió la puerta y salió del coche.

Frederick estaba esperando frente a la puerta. Cuando los vio, esbozó una gran sonrisa. "Señor, señora, están aquí".

Henry asintió, en respuesta al saludo de Frederick.

Yvonne frunció el ceño y parecía un poco avergonzada.

"¿Qué pasa, señora?", Frederick le preguntó después de darse cuenta.

Yvonne sonrió de mala gana. "Frederick, deja de llamarme "señora"; ya no soy tu señora".

"Pero...". Frederick miró a Henry.

Henry le lanzó una mirada.

Frederick inmediatamente se tocó la barba blanca y sonrió. "Señora, no diga eso. En mi corazón, no importa lo que suceda entre usted y el Señor Lancaster, usted siempre será la 'señora' que conozco".

"Pero...".

"Está bien, señora, entre. Theo ya está despierto y pensando en usted". Frederick la interrumpió para que entrara primero.

Henry miró a Yvonne. "Vamos, nuestro hijo nos extraña".

Yvonne se burló con frialdad, "¿Lo hiciste a propósito?".

"¿Eh?". Henry fingió no entender a qué se refería.

Yvonne le pellizcó la cintura. "Hiciste que Frederick me llamara así".

A Henry le dolió cuando lo pellizcó, pero no la detuvo.

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