Amor después del matrimonio romance Capítulo 642

Henry la miró con frialdad. "¡No lo acepto!".

Yvonne frunció el ceño. "Señor Lancaster, estaba aquí para vengarme. La venganza terminó, debo irme ahora”.

Henry repitió: "Dije que no lo permitiré".

Sue también persuadió: “Sí, señora. Esta es su casa. ¿Cómo puede irse? ¿Qué le pasará a Theo si se va? ¿Está dispuesta a dejarlo?”.

Esta frase le llegó al corazón a Yvonne y se sintió un poco desagradable.

Por supuesto, ella no estaba dispuesta a hacerlo.

Ese fue el niño que dio a luz después de tantas dificultades. ¿Cómo podría estar dispuesta a hacerlo?

Pero ella también tenía miedo. Temía que, si se quedaba mucho tiempo, volvería a caer. Realmente colapsaría si volviera a resultar herida.

Incluso sin Jacqueline, aparecería otra igual que ella en el futuro.

Con la identidad, el estatus y la apariencia de Henry, no había duda de que aparecerían varias mujeres más. Yvonne estaba demasiado cansada. No estaba dispuesta a pasar por lo que pasó hace seis años.

Pensando en esto, Yvonne respiró hondo y dijo: "Haré una videollamada o enviaré a alguien a buscar a Theo en el futuro, si quiero verlo".

"Esto...". Sue no esperaba que Yvonne dijera eso. No pensó que ella mantuviera su idea al mencionar a Theo. Sue se sorprendió al no saber qué hacer. Solo pudo mirar a Henry.

Los ojos de Henry brillaban, nadie sabía qué estaba pensando. Después de un rato, agarró la muñeca de Yvonne, la sacó del comedor y caminó hacia la habitación con su rostro sombrío.

Yvonne no quería ir con él. Ella luchó todo el camino para soltarse.

Henry había esperado este reencuentro durante mucho tiempo, así que la abrazó con fuerza para que ella no pudiera soltarse.

Yvonne gritó: "Henry, ¿qué diablos quieres hacer?". Henry la ignoró y la empujó hacia adelante.

En el camino, Elliot, que salió a tomar el aire fresco de la mañana, los vio y le pidió al sirviente que lo empujara. "Henry, ¿qué estás haciendo?".

Henry lo miró, lo ignoró y tiró de Yvonne a su lado.

Elliot le gritó a Henry: "¡No le hagas esto, Henry!".

Henry respondió con frialdad y abrió la puerta, "Ocúpate de tus propios asuntos".

Después de arrastrarla dentro, arrojó a Yvonne a la cama.

La cama era muy suave. Yvonne no se golpeó, pero quedó un poco mareada por la caída.

Henry la miró con ojos sombríos. “Yvonne Frey, como dije, no te dejaré ir. Si insistes en irte, seré duro. Te ataré en la cama y no te dejaré ir por el resto de mi vida".

"Tú...". Yvonne se sorprendió. No esperaba que él dijera algo como esto.

Ella lo miró y la locura en sus ojos la sobresaltó.

El rostro de Yvonne se puso pálido. "Henry, ¿hablas en serio?".

Henry movió la boca con frialdad. "¿Crees que estoy bromeando? Soy capaz de hacer lo que sea, si quieres dejarme".

Yvonne lo miró enojada. "¡Estás loco!".

La sien de Henry estaba abultada. "Estoy loco. Estaba loco hace seis años. De lo contrario, ¿por qué tuve amnesia? Cuando me dejaste hace seis años, mi vida perdió sentido. Ahora que finalmente has vuelto y me dices que todavía me quieres, ¿cómo puedo dejarte ir?".

Yvonne miró a Henry que estaba muy emocionado. Sus labios se movieron un poco, pero no podía hablar.

Henry levantó la barbilla. "Yvonne, por favor, no te vayas, ¿de acuerdo? Quédate. Sé que todavía sientes algo por mí".

Yvonne no respondió, tratando de girar la cabeza inconscientemente.

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