Amor después del matrimonio romance Capítulo 676

Yvonne se soltó rápidamente del brazo de Henry, y los tres giraron la cabeza para mirar hacia atrás.

Vieron a Elliot vestido con un traje, estaba de pie con la cara seria, mirándolos con tristeza.

Yvonne inclinó la cabeza y preguntó: "Elliot, ¿estás de mal humor?".

Elliot se acercó y se detuvo frente a ellos. "Tienes que preguntarle a tu marido sobre esto".

"¿Henry?". Yvonne enarcó las cejas y miró a Henry, que estaba a su lado.

Henry comenzó a jugar con la mano de Theo, fingiendo no saber nada.

Yvonne se quedó sorprendida, así que apartó la mirada y miró a Elliot de nuevo. “Puedes decirme. ¿Qué te hizo exactamente?”.

“Él renunció al cargo de director ejecutivo del grupo y me dejó a cargo, ahora estoy ocupado todo el día. Acabo de regresar y tendré que seguir trabajando más tarde”. Elliot miró a Henry con enojo.

Henry lo miró con calma. “Lo estoy haciendo por ti. ¿No dijiste que estabas aburrido en casa hace dos días? Así que te estoy dando algo para hacer. Ahora no tienes tiempo para aburrirte".

Elliot estaba furioso. "Tú…".

Yvonne se tapó la boca y se rio: “Está bien. No te preocupes, Elliot. No será por mucho tiempo. Es solo un mes. Volveremos en un mes".

Los ojos de Elliot se iluminaron. "¿En serio?".

Yvonne tarareó: "Sí".

Elliot se quitó la corbata y preguntó: “Está bien. ¿Cuándo se van, chicos?”.

Yvonne extendió la mano. “No lo sé todavía. No encuentro a nadie que me ayude a administrar mi empresa".

Elliot dijo: "Deja que Sam lo haga".

Él y Henry efectivamente eran hermanos. Ambos pensaron lo mismo.

Yvonne señaló a Henry. “Tu hermano también lo dijo. Pienso preguntarle a mi hermano y necesitaré tu ayuda".

"¿Mi ayuda?". Elliot estaba desconcertado. "¿Qué puedo hacer por ti?".

Henry también miró a Yvonne.

Yvonne sonrió misteriosamente, luego se acercó hacia el oído de Elliot y estaba a punto de decirle algo.

Pero antes de que pudiera decir algo, Henry la apartó. "Dilo. ¿Por qué tienes que acercarte tanto a él? Soy tu esposo y Theo es tu hijo. ¿No podemos escucharlo?".

A Yvonne le pareció divertido su tono con celo.

Ella estaba casada con él y Elliot era su hermano.

Aún así, estaba celoso.

Yvonne se apresuró a consolar al hombre. "Está bien, no me acercaré tanto".

Elliot se hizo a un lado. Sus ojos se oscurecieron al ver a la pareja mostrar afecto frente a él.

Pero reprimió sus sentimientos y se tranquilizó. Luego fingió estar impaciente y dijo: “Ya basta, ustedes dos. ¿Qué intentas decir?".

"Oh lo siento". Yvonne se dio la vuelta, sonrió de manera avergonzada y dijo: "Tu hermano y yo vamos a emborrachar a mi hermano para que él acepte ayudarme a administrar la empresa. Cuando llegue el momento, tienes que ofrecerle una bebida a mi hermano".

"Hmhh...". Elliot dejó escapar un suspiro, luego retrocedió dos pasos para alejar los malos espíritus y evitar a Henry e Yvonne. “Ambos son despiadados. ¿Cómo se te ocurre?".

Él sintió que debía agradecer a Henry por no usar este método con él.

De lo contrario, él tendría que invertir toda su riqueza y encima aceptar administrar el grupo.

"¿Es despiadado?". Yvonne miró a Henry. "Es la idea de tu hermano".

Elliot movió la comisura de la boca.

Por eso fue que agradeció a Henry por no usar este movimiento en su contra.

Sin embargo, Henry se estaba volviendo loco al pensar en este tipo de método.

Elliot puso una sonrisa falsa y asintió. “Bueno, entiendo. Te ayudaré".

No había otra forma. Era mejor que sufriera Sam en vez de él.

Él no tenía nada en contra de Sam, pero estaba dispuesto a correr cualquier riesgo para que Henry regresara lo antes posible y poder descansar.

Yvonne le dio una palmada en el hombro. "Genial. Gracias".

Henry dijo: "Vamos, vámonos".

Theo asintió obedientemente.

"Mira. Theo estuvo de acuerdo conmigo". Henry volvió a mirar a Yvonne, buscando un cumplido con los ojos.

Yvonne puso los ojos en blanco. "Estoy demasiado cansada para hablar. Bebé, vamos a dormir".

Ella levantó la colcha y se acostó con Theo en sus brazos.

Henry también quería irse a la cama, pero tocaron la puerta.

Él abrió la puerta con una expresión seria.

Sue estaba afuera. "Señor, el Doctor Summers está aquí".

Henry frunció el ceño. "¿Dónde está?".

Sue respondió con una sonrisa: "Está en su sala de estudio".

Henry asintió. "Está bien, voy enseguida".

"Está bien, iré primero", se fue Sue después de hablar.

Henry volteó la cabeza y le dijo a la madre y al niño que estaban en la habitación: “Ustedes deberían dormir. Voy a ver al Doctor Summers. Probablemente trajo la medicina".

"Está bien, ve". Yvonne se acostó de lado de espaldas a él y agitó las manos sin mirar atrás.

Al ver esto, Henry se quejó en su corazón y salió de la habitación.

Llegó a la sala de estudio.

Shane estaba sentado en el sofá con un pequeño frasco de medicina en la mano. Cuando vio a Henry, se levantó rápidamente y dijo: “Henry, ¿qué harás con este medicamento? No juegues con esto".

Henry le quitó la medicina y dijo: "No. Este medicamento es para Sam".

Shane estaba asombrado. “¿Para Sam? ¿Para qué?".

Henry tiró de la silla y se sentó. "¡Para emborracharlo!".

Shane caminó rápidamente hacia su escritorio y preguntó: "¿Por qué quieres emborracharlo?".