Amor después del matrimonio romance Capítulo 688

Elliot cerró la llamada de inmediato, tiró su teléfono móvil, apagó la luz y se volvió a dormir.

Henry también dejó su teléfono, tiró de la manta y abrazó a Yvonne. Luego, vieron la película juntos.

Apagaron la televisión alrededor de las 10 de la noche, salieron del estudio y se fueron a dormir a su dormitorio.

Los siguientes días, fueron a algunos lugares turísticos emblemáticos y luego abandonaron el país para dirigirse al siguiente.

El siguiente destino era un país costero donde la playa era popular en todo el mundo.

Esto fue lo que motivó a Yvonne a ir.

Ella compró un traje de baño especialmente para este viaje con un estilo conservador, lo que podía cubrir las cicatrices de su cintura y abdomen muy bien.

Además, ella compró un par de pantalones de playa para Henry, pero no un traje de baño.

Este país estaba ubicado en la zona sur, por lo que nunca hacía frío. Yvonne estaba feliz con su traje de baño y llevó a Henry, que vestía un par de pantalones de playa negros, a la playa.

Yvonne se paró junto a la playa, soltó la mano de Henry, miró el interminable mar azul frente a ella y exclamó con sinceridad: "¡Es tan hermoso!".

A Henry también le pareció realmente hermoso.

"¿Qué tal una foto?". Él tomó la cámara con una mano y la agitó.

Yvonne tarareó, corrió a la playa y posó para él para las fotos.

Después de algunas fotos, la expresión de Yonne cambió.

Porque volvió a ver a un grupo de mujeres rodeando a Henry.

Siempre las mujeres lo rodeaban por su buen aspecto. Esta vez, no fue solo por su apariencia, sino también por su figura.

Henry solo tenía puesto su pantalón corto sin blusa. Mostraba su excelente figura y abdominales marcados, que las mujeres codiciaban.

Yvonne miró a Henry con dificultad porque esas mujeres lo rodearon y se acercó enojada. "¡Apártense del camino!".

Cuando las mujeres escucharon su voz, voltearon la cabeza para mirarla. Se rieron decepcionadas cuando vieron que era una pequeña mujer occidental. "¿Quién eres, niñita?".

"¿Niñita?". Yvonne no lo podía creer. Se miró a sí misma y luego a esas mujeres.

Al verlas admitió que su altura era incomparable a la de ellas. Ella era casi media cabeza más baja.

Ellas tenían grandes figuras y no podía compararse.

Así que, obviamente era una niña ante los ojos de ellas.

Sin embargo, para Yvonne sus figuras no eran tan geniales. A pesar de que eran altas no estaban simétricas. No se veían bien, a diferencia de Yvonne.

Pensando en ello, Yvonne se burló: "¿Quién es una niñita? Apártate de mi camino. ¡Ese hombre al que estás rodeando es mi esposo!".

"¿Esposo?". Varias mujeres miraron a Henry con sorpresa. "Oh, hombre guapo, ¿estás casado?".

Henry miró a Yvonne a través de estas mujeres.

Henry comprendió la advertencia en sus ojos, si no lo admitía estaría muerto. No pudo evitar sonreír: "Ella tiene razón. Es mi esposa".

"Oh Dios mío, qué lástima". Las mujeres se sintieron decepcionadas.

Era muy difícil para ellas encontrar a un chico occidental, guapo con buena apariencia, pero estaba comprometido.

Era una pena.

Yvonne miró a Henry con una sonrisa. "Eres increíble. Atraes al sexo opuesto donde quiera que vayas".

Henry extendió las manos. "No puedo evitarlo. Ellas se acercaron a mí".

Yvonne dijo con los brazos cruzados: "No me importa. Si no te contienes, preocúpate cuando me ría y bromeé con los hombres que vengan hablar conmigo”.

Henry frunció el ceño. "¿Cómo te atreves?".

Yvonne enderezó el cuello para mirarlo. "Lo haré si te atreves".

Ella no le tenía miedo.

Henry se rindió y se frotó las cejas. "Yo... evitaré que esto suceda, ¿de acuerdo?".

"Eso espero. Vamos". Yvonne señaló al frente.

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