Amor después del matrimonio romance Capítulo 695

"Nunca has tomado la iniciativa de besarme", dijo Henry mientras fruncía sus delgados labios.

Yvonne escuchó la amargura en sus palabras. Parpadeó y no sabía si reír o llorar: "No puedo creer que estés celoso de un niño".

Henry volteó la cabeza. "No".

Yvonne lo miró con los ojos entrecerrados. "No quieres admitirlo".

Henry no dijo nada.

"Señora, puede darle un beso al Señor y convencerlo". Sue se divirtió mientras miraba.

Yvonne sacudió la cabeza de manera impotente y se puso de puntillas mientras besaba el rostro de Henry. "¿Estás feliz ahora?".

Henry se tocó la cara. "Está bien".

"Vamos, si esto no es suficiente, no puedo hacer nada. Por cierto, es increíble que estés celoso de tu propio hijo. ¿En qué estás pensando? ¿Verdad, Theo?". Yvonne miró a Theo.

Theo asintió. "Sí".

Henry miró al pequeño y le apretó la cara. "Ya veo. ¿Cómo te atreves a reírte de tu papá?".

Theo volteó la cabeza y le dio la espalda a Henry.

Los delgados labios de Henry se crisparon.

Yvonne se tapó los labios y sonrió. "Está bien, vámonos ahora".

"Vamos". Sue tomó la maleta de Yvonne y siguió a la familia fuera del aeropuerto.

Justo después de que regresaron a la residencia familiar, Henry se fue al recibir una llamada telefónica.

La llamada era de Elliot.

Elliot se enteró de que él había vuelto, por lo que llamó de inmediato y le pidió a Henry que fuera a una reunión en la empresa.

Henry no tuvo más remedio que ir.

Yvonne tampoco se quedó mucho tiempo en la residencia familiar. Ella llevó a Theo a su compañía.

Theo se estaba recuperando muy bien. El Doctor Tom dijo que podían llevarlo a otros lugares para que se pusiera en contacto con el mundo y las personas. Eso sería útil para la recuperación de Theo.

Así que Yvonne salió con Theo.

Theo no estaba familiarizado con el ajetreo y el bullicio del mundo exterior, pero Yvonne cuidaba de él, así que él luchó contra su miedo y fue a la compañía con ella.

"¡Hermano!". Yvonne entró a su oficina y llamó al hombre que estaba adentro con una sonrisa.

Sam estaba trabajando en un documento y cuando la vio entrar con Theo, se levantó sorprendido. "¿Estás de vuelta?".

"Sí". Yvonne puso a Theo en el sofá para que jugara solo.

Sam se empujó las gafas y volvió a preguntar: "¿Cuándo volviste? Debiste decírmelo para recogerte en el aeropuerto".

"Acabo de regresar. No es necesario que me recojas. Conozco el camino". Yvonne se acercó y fue detrás de él. Ella masajeó sus hombros. "Hermano, has trabajado duro durante este tiempo".

"Sabes lo duro que trabajé, eh. Ni siquiera me llamaste para preguntarme cómo estaba". Sam sacudió la cabeza y se rio entre dientes.

Yvonne sacó la lengua. "Oh, lo olvidé".

"Ja, realmente lo olvidaste. Te divertiste tanto que ni siquiera nos recordaste”, se quejó Sam.

Yvonne sonrió. "Bueno, ¿no regresé?".

"Bien. ¿Cómo estuvo tu luna de miel?", preguntó Sam mientras la miraba.

Yvonne asintió con dulzura. "Nada mal. Estaba muy feliz".

"Eso es bueno. ¿Cuándo volverás a trabajar?". Sam dio unos golpecitos en una pila de papeles sobre la mesa.

Yvonne extendió las manos. "Mañana".

"Muy bien, me iré pasado mañana entonces", dijo Sam mientras se estiraba.

"¿No te vas a quedar un tiempo?". Yvonne lo miró.

Sam sacudió la cabeza. "No. Si no fuera por tu luna de miel, ya me habría ido. Si no regreso, es posible que no tenga tiempo libre el próximo año".

"Eso es cierto". Yvonne tarareó y no dijo nada más.

Después de eso, Sam le entregó el trabajo a ella y terminó cuando Henry vino a recoger a Yvonne a la salida por la tarde.

"Hermano, vamos a cenar juntos esta noche". Yvonne propuso de repente.

"¿Cenar?". Sam la miró.

Henry pensó lo mismo. "¿Por qué de repente quieres que cenemos juntos?".

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