Amor después del matrimonio romance Capítulo 72

Joe señaló el balcón: “Sr. Lancaster está contestando el teléfono. Señora, deje que el médico le eche un vistazo primero".

"Está bien", Yvonne apartó la mirada del balcón y se sentó frente al médico extranjero como se le indicó.

Ya que era mala con los idiomas extranjeros, no podía entender lo que decía el médico.

Joe se paró a un lado y ocasionalmente asintió con la cabeza o conversó con el médico.

Yvonne podía adivinar que Joe le estaba explicando su estado al médico.

Efectivamente, después de que Joe dejó de comunicarse con el médico, cambió su mirada hacia ella. “Señora, no se ponga nerviosa. El Dr. Tayrien me estaba preguntando sobre su condición".

"Eso supuse", Yvonne le sonrió.

Joe se sorprendió un poco: "Señora, ¿puede entender?".

Yvonne negó con la cabeza: "Solo estaba adivinando".

"Oh...". La boca de Joe se torció levemente y dejó de hablar.

Yvonne también se quedó en silencio. Ella no entendía nada de todos modos, así que era mejor que se callara.

Nadie sabía cuánto tiempo había pasado cuando el Dr. Tayrien se quitó los guantes y luego recogió un trozo de papel de un lado. Comenzó a garabatear algo mientras hablaba.

Yvonne no entendió lo que estaba diciendo y no se molestó en escuchar realmente, ya que de todos modos tenía a Joe con ella.

Joe tomó la nota que el Dr. Tayrien había escrito y lo acompañó fuera de la habitación.

Para cuando regresó, la nota que tenía en la mano se había ido.

"Señora, el Dr. Tayrien dijo que...".

"¿Qué dijo?". La voz de Henry llegó desde el balcón.

Yvonne giró la cabeza. "¿Terminaste con la llamada?".

Fue una llamada telefónica bastante larga.

Llevaba aquí al menos media hora.

Henry la miró y tarareó en respuesta antes de caminar para tomar asiento frente a ella. "Continúa. ¿Qué pasa con ella?”.

La pregunta estaba dirigida a Joe.

Joe asintió. “No le pasa nada a la señora. Simplemente estaba mareada por el vuelo".

"¿Podría el mareo de vuelo ser tan malo?". Henry entrecerró los ojos.

Yvonne también asintió: "Sufro de mareos, pero...".

"El Dr. Tayrien dijo que es porque la señora tiene un sistema inmunológico más débil desde que hizo una donación de médula ósea. Incluso una enfermedad menor puede volverse muy grave”, explicó Joe.

El rostro de Yvonne palideció. "Ya veo... ¿Eso significa que tendré que volver a sufrir lo mismo en el avión durante mi vuelo de regreso?".

"Correcto", respondió Joe afirmativamente.

Yvonne se reclinó contra el sofá con el rostro lleno de desesperación.

Henry no pudo evitar simpatizar secretamente con ella cuando vio la expresión de su rostro. "Prepararé un avión privado cuando regresemos".

"¿Qué?". Yvonne se sorprendió.

Henry se sirvió una copa de vino. "Dije que prepararé un avión privado cuando regresemos para que no sufras tanto como hoy".

"¿Eso hace alguna diferencia?". Murmuró Yvonne.

La única diferencia entre un avión privado y un avión era que uno era un transporte privado mientras que el otro era un medio de transporte público.

Ella todavía se sentiría enferma sin importar en qué volara.

"Por supuesto que hay una diferencia", se rio Joe. “Un avión privado es más pequeño y está modificado, por lo que puede despegar sin acelerar. Normalmente, las personas se marean en el momento en que el avión acelera. Eso no sucederá en un avión privado que despega verticalmente".

"¿Así?". Yvonne ladeó la cabeza.

Ella realmente no entendía la lógica detrás de eso.

Joe asintió: "¡Por supuesto!".

"¡Eso es genial!". Yvonne aplaudió con alegría.

No estaba celebrando porque pudiera viajar en un avión privado, sino porque no tendría que sufrir como lo hizo hoy durante su vuelo.

"¿El médico le recetó algún medicamento?". Henry miró a Joe.

"Sí. Pero como la señora está tomando otros medicamentos, el Dr. Tayrien le recetó algunos medicamentos para fortalecer el cuerpo. He enviado al personal del hotel para conseguirlos".

"No es de extrañar que la nota haya desaparecido cuando regresaste". La comprensión finalmente cayó en la cuenta de Yvonne.

Joe se subió las gafas: "Sí".